J.A.E.S. se enfrentabas a una petición de la fiscalía de once años de cárcel por abuso sexual con penetración y estuvo unas semanas en prisión preventiva por esto. El juicio fue en febrero.

Se conocieron por Instagram

El joven J.A.F.S. y la menor se conocieron por Instagram en junio del año 2022 cuando él tenía 20 años y ella doce, aunque él mantuvo en el juicio que siempre pensó que tenía 15 o 16 años, como le dijo la familia de ella. La relación siguió cuando se conocieron en persona “con la aquiescencia de las familias de ambos hasta el punto de vivir habitualmente en la casa de la madre de la menor”, dice textualmente la sentencia.

La madre, que al principio se oponía a la relación por la juventud de su hija, “finalmente terminó aceptándola dentro del ámbito cultural y social de su comunidad gitana. En el marco de esa convivencia tuvieron relaciones sexuales con penetración fruto de las cuales quedó embarazada de gemelos”, añade el fallo judicial, votado por unanimidad por los tres magistrados del tribunal sentenciador.

“Las familias gitanas potencian que sus hijos se casen a edades tempranas”

La fundamentación del fallo ahonda en el informe psicosocial emitido en este caso, en el que se hace referencia a los aspectos culturales, “las familias gitanas potencian que sus hijos se casen a edades tempranas, y el mejor ejemplo de esta realidad en la conformidad de ambas familias con la relación de A. con el procesado y la asunción por estos de esas estructuras culturales hasta el punto de no ocultar esa relación, acudiendo a la consulta del médico con total naturalidad, sin ser conscientes de las posibles implicaciones penales de la conducta del procesado”.

Precisamente el abogado defensor del adulto, Miguel López, sostuvo en el juicio que J.A.E.S. “siempre ha ido con la verdad por delante”, podría haber dicho que no era el responsable del embarazo). Y también se hace hincapié al grado de madurez muy similar de esta pareja, pese a la notoria diferencia de edad.

El Código Penal español es taxativo tras la reforma de 2015 en la que se elevó a 16 años la edad de consentimiento sexual. Toda relación sexual con una persona menor de esa edad es delito.