A sus 35 años, Jaime Yáñez Jareño, sigue siendo uno  de los baluartes del Atlético Tomelloso de baloncesto. Con personalidad dentro y fuera de la cancha, Jaime sigue implicado en el proyecto con la ilusión del primer día, en aquel ya lejano 2001 cuando siendo juvenil subió ya al primer equipo. Un ejemplo para jugadores más jóvenes de un hombre que siempre ha sido garantía de entrega,  rendimiento y valores. En esta entrevista, el carismático jugador hace un repaso a su trayectoria y analiza lo que puede ser la nueva temporada para su equipo. El Atlético Tomelloso arrancará frente a un histórico del baloncesto en la región, el CEI Toledo. 

-¿Cómo se presenta la temporada?

-Creo que tenemos un equipo superior al del año pasado. Mantenemos un bloque de jugadores que viene trabajando muy bien y creo que vamos a dar un salto de calidad con incorporaciones como la de Pablo o Carlos.  

-¿Qué sensaciones le ha dejado el equipo en los partidos de pretemporada?

-Muy buenas. Se han ganado partidos muy duros ante equipos que serán rivales directos como Mora y, aunque se perdió con Quintanar, se peleó muy bien, pero creo que acusamos las bajas con que afrontamos ese partido. Luego se ha ganado en Villarrobledo y los dos partidos frente a Daimiel. El equipo llega bien al comienzo de la liga. 

-El año pasado se logró jugar la fase de ascenso, lo cual ya fue un éxito ¿se pueda dar  todavía un paso más este año?

-El equipo puede seguir creciendo. En ese grupo de ascenso en el que nos metimos el año pasado, estuvimos lastrados por las derrotas de la primera fase. Este año la idea es empezar fuerte y si conseguimos llegar a la fase de ascenso, que sea con más victorias.

-¿Considera beneficioso que el baloncesto camine ahora bajo el paraguas protector del Atlético Tomelloso? 

-Creo que ha sido muy positivo para el baloncesto de nuestra ciudad que dependamos ahora del Atlético Tomelloso. La gran dificultad del club siempre era encontrar directivos, personas dispuestas a realizar todas esas gestiones de búsqueda de patrocinadores y otros ingresos que no era nada fácil. De hecho, muchos jugadores teníamos que ayudar en esas labores directivas si queríamos que hubiera equipo. Ahora solo nos preocupamos de jugar. Creo que eso se acabará reflejando en lo deportivo con mejores resultados.

-¿Cómo mantiene la ilusión por el baloncesto después de tantos años?

-Me encanta este deporte, me ha gustado desde pequeño y pienso seguir hasta que el cuerpo aguante.

-Le hemos visto jugar de alero, de escolta…¿piensa que ha evolucionado como jugador en todo este tiempo?

-He tratado de adaptarme siempre a las necesidades del equipo. Creo que a medida que pasan los años vas cogiendo una experiencia muy valiosa, sientas un poco la cabeza y piensas más jugando, aunque inevitablemente aparecen esos fogonazos de intensidad que, a veces, me pierden un poco, porque eso va un poco en los genes.

-Siempre ha tenido como entrenador a Ramón Cañas y da la impresión que usted es la extensión de él en la  cancha…

-Lo he tenido desde mi etapa de juvenil. Son muchos años juntos y eso genera mucha complicidad, tanto para lo bueno como para lo malo.

-De los muchos compañeros que ha tenido ¿hay alguno que le haya impresionado especialmente?

-He conocido muchos y todos han aportado. De quedarme con algunos me quedo con Chicho, que es uno de los mejores bases de Castilla-La Mancha y es todo un privilegio que siga jugando con nosotros. Con  Gaspar también he jugado muchos años y es otro magnífico jugador, también ha aportado mucho Javi Blanco. Ahora hemos repescado a Jorgito que también nos va a ayudar.

-Y de la élite, ¿quien le gusta más?

-Me han fascinado los jugadores que a todos;  Michel Jordan, Kobe Bryant, los españoles Gasol Rudy Fernández, el chacho Rodríguez y otros jugadores de nuestra magnífica selección. Pero en realidad me quedo con gente cercana, como César Morales, que es un jugador que me encanta, su hermano Emiliano marcó toda una época y es el top del baloncesto en Tomelloso. Con los dos tengo una buena amistad y disfruto mucho cuando César viene a nuestros entrenamientos.  

-¿Cuál ha sido el mejor recuerdo y peor recuerdo que tiene de su dilatada trayectoria?

-El peor, sin duda, aquella fase de ascenso que se nos escapó en la prórroga contra Gerindote. A falta de un minuto ganábamos de nueve y acabamos perdiendo; aquello se quedó marcado a fuego. Y en cuanto a recuerdos buenos creo que ha habido muchos; la visita del Real Madrid y alguna fase de ascenso que disputamos con el pabellón lleno. Para mí los buenos recuerdos están muy relacionados con el ambiente que se ha vivido, aunque al final se perdiera el partido como ocurrió en una fase de ascenso de categoría junior en la que el San José también estuvo a tope en la final contra Alcázar.

-¿Hasta cuando veremos a Jaime en la cancha?

-Hasta que el cuerpo aguante o hasta cuando nos diga Ramón (risas), una de dos. Siempre he dicho que seguiré hasta que venga alguien que corra más que yo o le que le eche los huevos que le echo yo. Cuando llegue un juvenil y vea que tiene más coraje y se esfuerza más que yo, le cederé mi sitio gustosamente. Pero yo trabajo para que eso no ocurra todavía.