Alba Izquierdo Galiana fue elegida Miss Grand Ciudad Real el pasado fin de semana. Esta joven tomellosera de 17 años, estudiante de primero de bachiller y jugadora de voleibol, se llevó una gran alegría porque no era fácil superar a otras veintiuna participantes que demostraron tener también un gran nivel. Como descubrirán nuestros lectores al leer la entrevista, los 17 años de Alba no le impiden hacer gala de un gran sentido común, ideas claras y mucha madurez. Nos ha recibido en su casa, con esa sonrisa abierta que siempre le acompaña y esa emoción que todavía le dura. 

-¿Cómo te planteaste la participación en este Concurso?

-Fue todo un poco imprevisto. Anteriormente me inscribí en otro certamen, pero no llegaron a contactar conmigo. Llevó desfilando con Priscila Collado dos años y lo intenté de nuevo porque me apetecía vivir la experiencia de este certamen. He conseguido ganar y desde luego ha sido algo increíble, de esas cosas que nunca se olvidan.

-Ahora afrontarás una fase nacional, ¿no es así?

-Sí. Del 2 al 7 de julio estaré en Isla (Cantabria) para pelea por la corona de Miss Grand España. Quien gane irá luego a Venezuela. De la región de Castilla-La Mancha solo va Ciudad Real, es decir, que representaré a toda la región.

-¿Pensabas que podrías llegar tan lejos?

-Al principio tenía muchas dudas, sientes un poco de miedo e incluso te invade cierto complejo de inferioridad con respecto a algunas participantes que ves como principales rivales. Pero con el paso del tiempo fui adquiriendo esa confianza que me hizo estar cada vez más segura de mis posibilidades. 

-¿Qué pensaste cuando el jurado emitió su veredicto final?

-Fue un fin de semana muy intenso, hubo momentos de lágrimas, de muchas risas con mis compañeras.  Lo mejor de todo fue que he hecho amistades muy buenas para siempre, que han contribuido a que todo haya sido más fácil. Cada día hemos dormido dos horas porque te acuestas tarde haciendo los ensayos y luego hay que levantarse muy pronto para arreglarse. Cuando dijeron mi nombre se amontonaron las emociones: reír, llorar, la sensación de ver recompensado tanto esfuerzo  y esa responsabilidad que asumía de dar lo mejor en el próximo nacional.

-Además de examinar a las participantes por sus rasgos físicos, tenéis que pasar por otro tipo de pruebas ¿no es así?

-Sí. En este certamen envías tu inscripción, con dos fotografías. Solo piden como requisito tener entre 17 y 27 años. Nos hacen también una entrevista personal en la que miran mucho la cultura que tienes, como te expresas, te hacen también preguntas de belleza y que expliques por qué crees que debes ser tú ganadora, con el fin de ver el grado de confianza que tienes en ti misma. También nos han hecho pruebas físicas, pruebas de talento y nos obligan también a realizar un discurso, que fue lo que más nerviosa me puso. Y en conjunto tienes que saber organizarte bien, porque en poco tiempo hay que hacer muchas cosas.

-Es decir que es un certamen que se aleja de los cánones de otros más tradicionales…

-Sí, influyen otras muchas cosas que los rasgos físicos para poder ganar. Hay que poner actitud, ganas y, sobre todo, trabajar mucho.

-La experiencia de convivencia con el resto de participantes, ¿cómo fue?

-Fue muy buena. Otros años nos contaron que hubo más rivalidad y más grupillos. Yo estoy contenta con mis compañeras que han sido estupendas, hemos estado muy unidas y voy al nacional dispuesta a darlo todo también por ellas.

-Tus padres, otros familiares, amigos, tu entorno más cercano…¿cómo han llevado esta experiencia?

-Hay opiniones diversas. A mis padres les daba cierto miedo que pudiera acusar la inexperiencia, pero ha sido una alegría para todos y me han apoyado al máximo. Sin mis padres no podía haber hecho nada de esto porque al ser menor, me tienen que llevar a todos sitios, firmar y demás. Les tengo que estar muy agradecida porque conozco casos de chicas que también querían estar y sus familias no les han dejado.

-Eres estudiante de bachiller, ¿tienes pensado ya qué estudios superiores vas a cursar o a qué te gustaría dedicarte en el futuro?

-Lo primero es terminar el bachillerato y después me gustaría cursar educación infantil. Considero que la enseñanza es clave para transmitir los valores más importantes de la vida. Ahora al ganar este certamen he conseguido una beca de azafata de vuelo que es otra posibilidad que me llama la atención. El año que viene podría hacer el curso de azafata de vuelo y en función de cómo vayan las cosas, decidiré si hago la carrera.

-¿Cuáles son tus principales hobbies o aficiones?

-Mu gusta mucho el deporte en todos sus ámbitos, aunque me decanté por el voleibol que llevo siete años practicando y, por supuesto, la moda. Me gusta desfilar o posar para fotografía.

-Su familia está muy ligada al mundo del folklore, ¿y tú?

-Cuando era más pequeña bailaba junto a algunas amigas. Pero llegó la época del instituto y nos fuimos desapuntando porque al folklore le tienes que dedicar tiempo. Pero a la prueba de talento llevé el fandango de Ciudad Real y ahora que mis padres se van a Portugal, a lo mejor voy a bailar con ellos. No he perdido la conexión con este mundillo que a mí me gusta mucho.

-Hay asociaciones feministas que están en contra de este tipo de concursos, ¿qué argumentos les darías para rebatir sus posturas, o que al menos matizaran su opinión?

-La gente antes de opinar debe informarse mejor sobre las cosas. Es cierto que hay certámenes que se centran más en la belleza, pero en el que yo he tenido la suerte de participar tiene muchas más cosas. Además, el certamen internacional se celebrará en Venezuela para ayudar a paliar la crisis humanitaria que está sufriendo este país. La gente puede opinar lo que quiera, pero que lo haga con mayor información. Hay que abandonar muchos prejuicios con respecto a los certámenes. Yo hago esto para demostrar que cualquier chica lo puede hacer si le gusta y está dispuesta a trabajar mucho.