“La idea del libro surgió cuando reanudé mis estudios en la Escuela Superior de Arquitectura en Madrid, -explica el autor-. Se nos propuso a los alumnos llevar a cabo un trabajo fotográfico sobre la luz en la arquitectura.  Mis compañeros se decantaron por la arquitectura moderna creando originales formas, sin embargo yo prefería implicarme emocionalmente buscando esa luz vivida en el tiempo, la que transforma el espacio habitable, la luz que nos habla de las estaciones y las horas del día”.

Así Juan Luis López Palacios visitó las casas que el pintor Antonio López García visitó en su infancia, así como lugares muy cercanos a su etapa de la infancia, buscando esas “luces fugaces, no permanentes”. Asegura el autor que los dos libros se presentan agrupados, “porque se complementan y dialogan entre ellos”.