Antonio Ligero montó su primer belén con 8 años. “Lo monté en una mesa pequeña con figuras de plástico, todavía tengo algunas, -recuerda-.  Como mi padre me iba comprando más figuras tuve que ampliar el espacio y lo llevé a la mesa del comedor. Más adelante utilicé un tablero y finalmente tuve que desocupar una habitación entera para montarlo”. 

El belén de Antonio Ligero tiene una peculariedad; es un belén manchego. Las casas que aparecen son típicamente manchegas, mezclando el blanco y el añil, aparecen majanos, gavilleras, alguna trilla, olivares, varias cuevas con sus tinajas, huertos, un molino…y nos sorprendemos gratamente cuando en medio de los pastores aparece la figura de López  Torres inmortalizando al famoso podador de las gachas. Cualquier rincón del belén llama nuestra atención, desde las palomas que él mismo elabora, hasta la escena de una matanza de un cerdo, o la de los niños aplicados en una escuela y la curiosa aparición del Ángel a los pastores, que Antonio ha sabido recrear de una forma genial, y sobre todo, la impresionante cascada que parte de uno de los vértices del Belen.

Asegura que monta el belén solo, “aunque me presta una valiosa ayuda mi amigo Roberto que es el que me prepara el tema de las luces.  Lo primero que organizo es la cascada porque es lo más delicado y después voy con el resto de cosas”. Al preguntarle por los materiales, Antonio deja escapar una sonrisa y explica que “los materiales que utilizo son los que me voy encontrando por ahí. Nos llaman “los basuritas” por esa capacidad que tenemos los belenistas de aprovechar todo lo que nos encontramos, ya sea de corcho, madera, plantas, cartones…Utilizo también mucha espuma de poliuretano”. Las figuras las ha ido adquiriendo poco a poco en Tomelloso y Madrid y confiesa sentir especial predilección por las figuras del Nacimiento, “que eran de mi abuela”.

Suenan de fondo unos villancicos de Manolo Escobar, “dime niño de quien eres….”, se escucha el agradable ruido del agua y Antonio Ligero me cuenta que pertenece a la Asociación de Belenistas “Corazón de la Mancha” de Alcázar de San Juan. “Ellos me ayudan mucho y yo a ellos. También cojo detalles en las redes, de Lola Temprado que me ha enseñado mucho y por supuesto de otros belenes que visito. El del Asilo me ha gustado mucho como lo han puesto este año”. Antonio se siente feliz de que mucha gente visite su belén. “Viene gente de aquí y de otros pueblos cercanos, aunque dispongo de poco espacio les explico y atiendo lo mejor que puedo”. 

Llega la hora de irse y Antonio desconecta las luces de su Belén. Ya no se escucha el agua de la cascada, ni tampoco los Villancicos de Manolo Escobar. Pero el timbre de casa no tardará en sonar y pronto aparecerán nuevos visitantes que admiren este original y hermoso belén.