La cosecha de aceituna se verá lastrada por la sequía que ha condicionado la floración y el cuajado del fruto, y que hará que los resultados de producción sean inferiores a la media de las últimas cinco campañas.

Así lo dice el secretario técnico de Asaja Castilla-La Mancha, Arturo Serrano, quien también pide más transparencia en la cadena de valor del sector olivarero para que los precios se compensen y no caígan “sin causas justificadas”.

La producción de 2018 dejó unas cifras récord y unas existencias algo más elevadas que los últimos años, pero serán necesarias para hacer frente al descenso de la cosecha de este año y así abastecer la demanda del mercado no solo nacional sino también internacional.

La falta de agua “cada día merma más la cosecha”, señala a lanzadigital, y añade que las previsiones apuntan a un 30 por ciento, incluso 40 por ciento de reducción a nivel nacional, mientras que en Castilla-La Mancha se prevén 68.000 toneladas, unas estimaciones cortas “pero realistas”, a raíz de los muestreos que están realizando en campo.

En el sur de la provincia de Ciudad Real el olivar está aguantando “mejor”, y en zonas como la Sierra de Alcaraz se notan los efectos “con el arrugamiento del fruto” aunque por su orografía “necesite menos lluvias”.

En el norte de la provincia, en poblaciones productoras como Malagón o comarcas como La Mancha la situación “es algo más negativa y muy desagradable”.

La peor parte se la llevará la provincia de Toledo que sufre una sequía “tremenda” y que contrasta con la “abundante cosecha del año anterior”.

Serrano ha culpado que se de este escenario en la falta de acceso al agua de los productores y las pocas infraestructuras hidráulicas, que ha condenado al olivar castellano-manchego a cultivarse en secano, frente a otras comunidades productoras con muchísima más disposición a los regadíos. “En Extremadura tienen el 60% en regadío y en Andalucía, entre el 60 y el 70%, frente a Castilla-La Mancha, que no llega al 5%”.

“Es un agravio comparativo”, ha dicho, a la vez que ha lamentado que el Gobierno central no se haya constituido, que tendría que hacer frente a las obras hídricas necesarias.

Precios

Sobre los precios del aceite, Serrano indica que es preciso fijarse en la “evolución” nacional e internacional y “parece que empiezan a repuntar”, por los fondos de 1,8 millones de toneladas y unas exportaciones “a gran ritmo”, con salidas en julio de 240.000 toneladas, entre consumo y ventas.

Por ello, el técnico tiene esperanzas de que las cotizaciones “puedan compensar esa situación anómala”, dado que “no entendemos cómo por ejemplo los precios medios en Grecia son de 240 euros la tonelada, de 238 en Túnez y de 231 euros en España”.

También la evolución es desigual entre las comunidades españolas, con 245 euros los 100 kilos  de aceite de oliva virgen extra, los 235,5 euros en Castilla-La Mancha, los 232 euros en Andalucía y 226 en Extremadura.

“Observamos pequeños repuntes”, comenta Serrano, con variaciones respecto a la media en un 15% por debajo y un 17,75% a nivel interanual.

El portavoz de Asaja reconoce que se está iniciando la senda de la recuperación, a la vez que ha reflexionado sobre las operaciones de venta de aceite, “que no se tienen que hacer por hacer”, aunque “tampoco haya que desabastecer al mercado”.

Altitud

Rafael Díaz, ganadero y productor de Villamayor, también ha comentado el mal estado de los olivos en algunos puntos de la Comarca de Montiel, una de las más productoras de Ciudad Real. “Lo que está por encima de 850 metros de altitud tendrá mejor producción que los que se sitúan por debajo de esta cota”, subraya.

Explica que el tiempo ha influido en la floración y el cuajado.

En la zona “podría haber una media aceptable”, pero “llevamos 100 días sin lluvia” que pesan aunque sea sobre unas tierras ” muy fuertes que suelen almacenan más agua y retener en la planta”.