que nos va a ser difícil no vernos reflejados en tu viñeta.

Te ha quedado tu tiempo en el nuestro con tanta “materia",

que el gramaje del lienzo sobre el que dibujabas,

no soportaba más el paseo de un  lápiz quebradizo. 

Le has  sacado la punta hasta el extremo, para redibujar, borrar,

aguar, y con una sonrisa de orgullo, 

de cuando hallas la última solución a tu dibujo, 

poner tu firma precisa, abajo, en el lado de siempre, 

dando fin al diseño ya único y elegido,

que ilustra un  relato recorrido y diverso.

Los pinceles ya secos, los lápices sin punta,

La acuarela cuarteada como el barro…se quedan  sin consuelo,

echándote de menos.

Y una tipografía triste…inadecuada,

se coloca en el texto desacertadamente.

La obra terminada, irreversible, que te lleva a la historia,

deja en nuestra memoria, para siempre,

ese cuaderno tuyo, presente y manuscrito .

Con la mancha ahora, de una lágrima,

la nuestra, por tu ausencia.    (M. Encarna Cabañas)