Sampedro rememoró sus vivencias de periodista en la localidad, aunque no siempre había podido desplazarse a trabajar a Villanueva de la Fuente por motivos alegres, debido a que, algunas veces, lo que había que contar eran sucesos poco agradables como un robo o la búsqueda de jabalíes salvajes que estaban destrozando las cosechas de cereal. 

El pregonero recordó haber sentido el apoyo, el calor y el cariño de la buena gente de Villanueva de la Fuente cuando había tenido que acudir a la misma para trabajar. En este sentido y, para refrescar la memoria de los asistentes al pregón, que abarrotaron la Plaza de España, expuso con la ayuda de una pantalla gigante algunos de sus reportajes realizados en Villanueva de la Fuente, como la trashumancia de reses bravas, las nevadas en el Campo de Montiel o las tradicionales conservas que se realizan con los productos de la huerta de Villanueva de la Fuente.

José Manuel Sampedro contó con la colaboración de un grupo de mujeres mayores de la localidad a las que, previamente, había solicitado que le dibujaran lo más bonito, representativo o típico de Villanueva de la Fuente y cuyos diseños exhibió y comentó durante su pregón. Se trata de infraestructuras como la Iglesia Parroquial de la Paz o el santuario de Nuestra Señora de los Desamparados, del nacimiento del rio Villanueva o de las festividades del domingo pájaro y del Corpus.  

 En el final del pregón, el periodista realizó un alegato contra la despoblación a la que se están viendo sometidos nuestros pueblos, asegurando que los pequeños municipios de nuestro país como Villanueva de la Fuente y todos sus habitantes, deben tener los mismos derechos y disfrutar de los mismos servicios que en los grandes núcleos de población.