Opinión

Un triunfo de todo el baloncesto español

Carlos Moreno | Martes, 17 de Septiembre del 2019
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Esta claro. La gloria, y muy merecida,  es para Ricky Rugio, Juancho, Marc Gasol, Willy Hernangómez, Sergio Llull, Ribas, Clavet, Rudy Fernández….por supuesto para Scariolo y Garbajosa, pero este gran triunfo del baloncesto español en el Campeonato del Mundo hay que repartirlo entre muchos más. Hay que acordarse de aquellos que empezaron a situar  el baloncesto de nuestro país en la élite mundial como aquel inolvidable equipo  del alcazareño  Díaz Miguel que se plantó contra todo pronóstico en la final de la Olimpiada de los Ángeles 84. Fue ante los americanos que comandaba un tal Michael Jordan y a los que hicieron frente unos bravos Epi, Corbalán, Fernando Martín, Margall y compañía. 

No podemos olvidar tampoco a los que ganaron el primer campeonato del mundo en el 2006 apabullando a Grecia en la final en aquel magnífico equipo de Gasol, Rudy, Garbajosa, Calderón, Juan Carlos Navarro…que antes ya habían sido los mejores del planeta en aquel mundial junior que se disputó en Portugal.

La desilusión que supuso perder el europeo del 2007 en casa ante Rusia, fíjense una medalla de plata ya nos parecía poco,  se compensó con la alegría de plantarse en Pekín en una nueva final olímpica ante los intratables americanos que, a falta de dos minutos y después de un triplazo de Rudy Fernández, solo nos ganaban 108-104.  Cuatro años después se saborearon las mieles de otra final olímpica en Londres, y como no, otra vez ante los americanos. Se acabó con un dignísimo 107-100 que indica que España compitió ante esos monstruos del basket.

Y cayeron a las vitrinas hispanas los europeos de 2009, 2011 y 2015, en equipos que seguían teniendo como epicentro a los inmensos Gasol, Navarro y Rudy Fernández, trío de ases, un garantía de calidad, entrega y compromiso, que también sumaron para el bronce olímpico  en los Juegos de Río. Triunfos de prestigio también en las competiciones de clubes con el Real Madrid conquistando varias Copas de Europa y emergiendo con fuerza el basket femenino también con varios triunfos sonados, algunos de ellos muy recientes. Lo del baloncesto español ha sido sencillamente espectacular, de hecho cada vez ha sido menos raro ver compatriotas nuestros compitiendo en el santuario de la NBA y hasta ganando anillos.

Todo esto es élite, pero hay que subir a más gente al carro de los éxitos de nuestro basket:  federaciones que han marcado buenas pautas de trabajo, los clubes cada vez mejor organizados y estructurados, las escuelas de basket,  esos esforzados monitores que se han sentido felices enseñando los fundamentos del deporte a niños de cualquier ciudad o pueblo, también esos jugadores aficionados que se han divertido en ligas locales, a los aficionados que han llenado las canchas de baloncesto, a profesores de Educación Física que fueron metiendo el basket en sus programaciones para hacer  frente a la hegemonía del fútbol, entrenadores, árbitros, directivos, patrocinadores…Toda esta gente también ha sumado para alcanzar tantos éxitos.

Y eso era en esencia lo que pretendía en este artículo, unir la élite con la base. Para cualquier empresa provechosa hacen falta siempre buenos cimientos. El Basket Atlético Tomelloso también ganó su "mundial"  meses atrás al conseguir un histórico ascenso a categoría nacional. En pocas semanas estrenarán la nueva categoría donde Chicho se encarnará de Ricky Rubio para dirigir el juego; Choche tendrá que hacer de Llull para conseguir  canastas en los momentos que más se necesitan; Gas y Alfonso afinaran la muñeca como Pau Ribas; Santi Lapaz convertirá los triples al más puro estilo Rudy Fernández; Yorch aportará el trabajo de Claver debajo del aro; Carlos López o Rafa se mirarán en el espejo de Juancho; lo mismo que Bonillo en ese rebelde con causa que es Willy Hernangómez;  Alex seguirá la estela de Oriola para seguir moldeando a ese gran jugador que todos esperamos, mientras que Javi Blanco y Fernando Ramos serán, sin duda, los mejores exponentes del juego arrollador de Marc Gasol. Desde la banca dirigirá las operaciones, Ramón Cañas, que al igual que Sergio Scariolo puede recibir el apelativo del hombre tranquilo,  rememorando la clásica película de John Ford. Ambos tienen claro que “el juego es generoso con quien lo respeta”.

Gracias baloncesto español por tanto. Que siga la fiesta.

 


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