Una importante representación del Club Ciclista Sport Tomelloso participará el próximo sábado en la Titán de la Mancha, la exigente prueba de mountain bike  que discurre  por la orografía más accidentada de la Mancha partiendo de Alcázar de San  Juan. La prueba, que este año alcanza su décimo aniversario, reunirá a más de dos mil quinientos participantes en sus tres distancias: la de  maratón de 100 kilómetros, la ultramaratón de 200 y una edición especial de 300 kilómetros que se ha creado este año, precisamente, para celebrar los diez años de una prueba que cada vez goza de mayor prestigio.

Los  participantes en la prueba de 308 kilómetros empezarán a pedalear el viernes a las doce de la noche,  a las 6,30 horas lo harán los ciclistas de los 214 kilómetros  y a las ocho de la mañana lo hará los de 109. La organización no ofrece ni avituallamiento ni soporte económico, otro factor que aumenta su dureza.

"Una prueba de estas características hay que prepararla a conciencia", señalan. Durante los meses del verano los doce ciclistas del CC Sport Tomelloso se han pegado madrugones para ir cumpliendo un riguroso plan de entrenamiento.  En la prueba de 300 estará Miguel Ángel García, al que sus compañeros apodan “Nolito” por su origen gallego y gran afición al Celta de Vigo donde jugó el futbolista. El resto hará frente a las otras dos distancias y serán Ángel Solana, Pablo Sánchez, el más veterano del grupo con 58 años, Carlos Pacheco, Paco Ortiz, Vicente Millán, Ángel Montejano, Sergio Gallego, Carmelo Jiménez, Fermín Toledo, David González y Raúl Espinosa.

Doce héroes que se trazan como objetivo terminar la prueba. “La titan no es una prueba al uso, es diferente,  -explican los ciclistas-. Es una prueba de alto rendimiento, de gran belleza, con mucha carga emocional donde lo importante es llegar a meta después de un gran esfuerzo. Se suele llegar con una sonrisa y también con alguna lágrima porque tus familiares te esperan en meta para darte la enhorabuena”.

Algunos de estos ciclistas ya han participado en anteriores ediciones y, por tanto, conocen la dureza del recorrido. “La prueba es muy dura, sobre todo en sus tramos de montaña. Son 3.200 metros de desnivel. En los entrenamientos ha habido días que hemos ido a Alcázar y Puerto Lápice para hacer los propios tramos de la Titán. Otras sesiones las hemos realizado en la zona de Cortes donde el terreno también es complicado y también por nuestra zona de Tomelloso para hacer fondo. Pero siempre con más de cien kilómetros de trabajo entre pecho y espalda. Incluso, hubo días de la semana de la feria en los que madrugábamos para entrenar”, -explican los ciclistas con los que el periodista de La Voz comparte una cerveza y buena conversación en La Manchega, uno de los bares de la plaza de España.

Fuerza mental

Todos coinciden en destacar la  belleza de una prueba que pasa por Alcázar, Alameda de Cervera,  Campo de Criptana, Herencia, Puerto Lápice, la sierra de la Calderina, Urda, Fuente El Fresno…en definitiva esa parte de la Mancha donde los Montes de Toledo  empinan el terreno, llegando en muchas ocasiones a cimas que están coronadas por los famosos molinos manchegos. 

Las dificultades aumentan en el horario nocturno, de hecho Miguel Ángel García nos muestra las baterías que lleva en la bicicleta para asegurarse salvar en buenas condiciones el recorrido de la noche. “Por este motivo hemos realizado bastantes salidas nocturnas este verano. La ventaja de correr por la noche es que hace menos calor y el cuerpo va mucho mejor”.

La Titan exige preparación física y al mismo tiempo una gran fuerza mental para hacer frente a los momentos de mayor dificultad. “Hay momentos de debilidad  en los que tienes que ser fuerte mentalmente para seguir adelante. Son muchas horas sobre la bicicleta. En cualquier caso, la organización establece unos  tiempos de cronometraje en puntos del recorrido, unos mínimos de tiempo que hay que cumplir si quieres seguir en la prueba”. 

Miguel Ángel  García podría tardar unas quince horas en hacer el recorrido de trescientos kilómetros, mientras que los participantes en la de doscientos podrían invertir entre once y doce horas.  “La media de velocidad, en competidores más o menos normales, es de unos 20 kilómetros por hora. El que gana consigue una invitación para acudir a la Tinta Desert que tiene lugar en Marruecos, una prueba de las más duras del calendario. “El año que viene vamos a ir Pablo y yo”, dice alguien para advertir después que no, que era broma, aunque conociendo la entrega y espíritu competitivo de estos hombres no nos extrañaría que algún día se atreviesen a pedalear en pleno desierto. 

Pese al esfuerzo y las muchas horas de entrenamiento, los doce ciclistas aseguran que “esto es una pasión, algo que nos gusta mucho y con lo que disfrutamos”. La siempre recordada Belinda López Gallego aparece en la conversación, puesto que ella realizó algunas pruebas con el tamden.  No olvidan agradecer la paciencia y comprensión de sus mujeres que también participan del sacrificio de sus maridos. 

Esperan que el tiempo acompañe y la prueba que se tenía que haber celebrado la semana anterior y fue suspendida por la alerta naranja, pueda desarrollarse con total normalidad. “Lo bonito es estar allí, dándolo todo, compartiendo esfuerzo y vivencias con gente de toda España y también del extranjero.  La carrera cuenta con el apoyo de trescientos voluntarios, además de toda la logística de ambulancia y médicos. Luego hay una gran fiesta final, que si nos quedan algo de fuerzas, también queremos disfrutar con nuestras familias”.