Según cuenta Francisco García Pavón en la Historia de
Tomelloso, el actual cementerio de la ciudad data de 1861, concretamente, el 28
de julio se bendijo el camposanto. La necrópolis tenía una superficie de fanega
y media, una hectárea aproximadamente. Actualmente la superficie vallada del
cementerio es de 75.500 m² —7,5 hectáreas— y el solar completo alcanza los
110.000 metros cuadrados. Dada la enormidad del cementerio de Tomelloso, en el
año 2018 se adquirió una máquina eléctrica para trasladar los féretros,
cubriendo las largas distancias que hay desde la puerta del camposanto hasta
los nuevos enterramientos.
Hablamos con el concejal de Servicios al Territorio, José
Ángel López Navarro, que nos cuenta que desde el año 2015 se han llevado a cabo
actuaciones en el camposanto divididas en dos partes: “mantenimiento de lo que
existía, haciendo hincapié en reparaciones de los acerados y cubiertas, sobre
todo en las partes más viejas”. El hito final de esta parte fue la construcción
del último pabellón de nichos, nos explica el edil, ocupando lo que quedaba de
espacio útil en el cementerio preexistente. En el cementerio que todos
conocemos “ya no hay sitio para nichos ni panteones y un poco para sepulturas.
El cementerio que siempre hemos tenido en Tomelloso podemos darlo por lleno”.
La otra parte de las actuaciones es la ampliación del
cementerio actual con el nuevo, que está al oeste. Se adquirió una parcela de
casi 48.000 metros cuadrados y se ha
hecho un importante esfuerzo por vallar una zona de casi 12.000 m² “con la que
se tienen asegurados los enterramientos para quince años seguidos, explica el
concejal de urbanismo. Todo el solar completo permitirá enterramientos para los
próximos 50 años. Pero pudiera ser que cambiasen las tendencias y haya más cremaciones
de tal forma que hubiera menos presión para la compra de nichos y sepulturas”.
En los cuatro años anteriores “el reto fue cerrar ese
cementerio que llamamos nuevo, empezar a urbanizarlo y a hacer acerados.
Actualmente hay ya construidos quinientos nichos”. En la ampliación está
prevista la construcción de una glorieta central “y para todas las
sensibilidades y preferencias de enterramientos va a haber la posibilidad de
adquirir parcelas para panteones”. También, continúa explicando el edil, se ha
introducido como novedad que cada vez que se construyen nichos se incorporan
columbarios “que también se han construido en dos pabellones a la entrada del
cementerio nuevo para que sean muy visibles y los usuarios sepan que este tipo
de enterramiento existe”.
Paseo por el
cementerio
Aprovechando el buen tiempo, los tomelloseros, y
especialmente las tomelloseras, dedican los días previos a la festividad de
Todos los Santos para limpiar y poner flores a las tumbas de sus seres
queridos. Acompañados por el encargado del camposanto, Mario Fernández,
recorremos las distintas zonas de la necrópolis. La gente se afana en la
limpieza de las sepulturas, nichos y panteones, a pesar de ser una hora
temprana, es mucho el personal que barre, abrillanta, limpia y pone flores.
Mario lleva cinco años en este destino y para él “trabajar
en el cementerio es lo más normal del mundo. Aquí dentro te va a pasar menos
que fuera, los muertos hacen menos cosas malas que los vivos”. En el paseo
central se está construyendo un panteón y hay otro prácticamente acabado. Se
ven columbarios y llegamos al nuevo cementerio que nos hablaba el concejal. Hay
un grupo de personas al final del cementerio más viejo, cerca de los columbarios.
A pesar del lugar, ríen a carcajadas. Uno de ellos nos que hace unos minutos,
una señora mayor ha preguntado por esos nichos “que parecen palomares”. Cuando
le han explicado que servían para acoger las urnas con cenizas de las cremaciones
ha señalado que a ella no la van a incinerar, “¡eso debe doler mucho!”.
En el cementerio de Tomelloso hay cinco trabajadores, nos
cuenta Fernández, mientras vamos recorriendo las distintas galerías. Llama la
atención la frondosidad de algunas zonas de nichos en las que los usuarios han
ido añadiendo plantas. De vez en cuando nos encontramos con alguna sepultura
viejísima, con una simple losa de piedra encima. De refilón vemos un nicho en
el que está enterrado un matrimonio, fallecida la mujer un día después que el
hombre. Nos cuentan unos vecinos que murió la esposa en el velatorio del
marido.
También apreciamos las modas en las sepulturas y nichos, la
tipografía, las fotos, las inscripciones, todo cambia con el paso del tiempo.
Cuando salimos del camposanto ya es una multitud la que entra.
{{comentario.contenido}}
"{{comentariohijo.contenido}}"
Sábado, 23 de Noviembre del 2024
Sábado, 23 de Noviembre del 2024
Sábado, 23 de Noviembre del 2024
Sábado, 23 de Noviembre del 2024