Como comenta el educador social de Vereda Josué Benavente, todavía existen muchos prejuicios y estigmas hacia las personas con algún diagnostico psiquiátrico. Se piensa que estas son en cierto grado “peligrosas”; que no pueden estudiar, trabajar o, simplemente son inferiores a los demás. Algo bastante alejado de la realidad, aseguraba, ya que la personas “peligrosas”, o conflictivas, por decirlo así, no dependen de un diagnostico mental, sino por la falta de educación, respeto, valores, y empatía. Las personas con algún trastorno mental, con unas pautas y seguimiento médico adecuado pueden hacer una vida lo más similar al resto de la población. Por lo que realizar estos cursos, es para ellos todo un logro de constancia y superación, demostrando una vez más que “puede más el que quiere, que el que puede”, manifestó Benavente.

Paqui Ruiz Laguna, profesora del Curso de Formación, explicó que las personas con diagnostico mental han estado al margen de toda actividad laboral competitiva, como otros muchos ámbitos de la sociedad. Su falta de formación específica, ausencia de expectativas laborales, y el desconocimiento de otras realidades, impedían una integración plena en el mundo de la formación, como otras áreas, reiteró la profesora.

En este curso, han podido mejorar en su repertorio conductual, han valorado su esfuerzo y trabajo realizado. Ha sido toda una colaboración constructiva para todos, tanto para ellos, como para el resto de los alumnos. Como señalaba Paqui Ruiz, podíamos decir que “todo lo bueno empieza sin barreras”.