En esta serie de 7 artículos vamos a intentar desentrañar
–en la modesta opinión del que suscribe- algunos de los retos a los que se
enfrenta nuestra ciudad en los próximos 4 años. Y se hará a la luz de los
déficits históricos que arrastra Tomelloso
desde la llegada de la democracia y la autonomía regional. Intentaremos
relacionar esta situación con dos tendencias que se perciben en un horizonte próximo. A saber:
el choque climático y la penuria energética
Desde hace varios años la ciudad no se ha recuperado de la
crisis económica como si lo han hecho otras ciudades de nuestro entorno. No
hace falta ser muy perspicaz para observarlo:
La ciudad ha perdido alrededor del 10% de la población, se
han cerrado muchas industrias y negocios, hay centenares de casas y locales que,
estando a la venta, no se venden, con la consiguiente pérdida de valor de los
mismos (se habla de más de 1.000). Además hay centenares de viviendas
inacabadas y, en general, se han deteriorado las condiciones de vida en toda la
población…
Por ahora la agricultura está salvando a la ciudad, pero las
previsiones del grupo de científicos sobre el clima de la ONU pronostican para
la Mancha, de aquí a 2.050, un descenso de un tercio de las precipitaciones
anuales y un aumento de temperatura de más de 3 grados centígrados. Además de
la aparición de plagas y enfermedades desconocidas para nuestros cultivos de
hoy.
A todo ello hay que
sumar los aranceles aprobados por la administración Trump para nuestros vinos,
aceites, quesos y productos cárnicos. A este despropósito se suma el reciente
acuerdo UE-Mercosur que, en esencia, abre el mercado europeo a la agricultura y
ganadería sudamericana, sin aranceles, a cambio de la apertura de los mercados
industriales y licitación de obra
pública a las multinacionales europeas en América del Sur .
Las ciudades que tienen diversificados sus ingresos y
negocios, que disponen de potentes servicios e inversiones del estado y de la
región afrontarán con muchas más garantías la crisis climática ineludible así
como los retos económicos que parecen dibujarse en el horizonte. Es el caso de localidades como Valdepeñas,
Alcázar, Villarrobledo o Hellín, que con menos población que Tomelloso –por
ahora- disfrutan de ferrocarril, de hospitales bien dotados de personal
sanitario, de una oferta educativa profesionalizante superior a la de Tomelloso, de centrales
termosolares o fotovoltaicas construidas o en construcción… y de servicios al
ciudadano y a las empresas como Tesorería de la Seguridad Social,
Administración de Hacienda o ferias comerciales de categoría, por no citar
todo.
Tomelloso, en cambio, a pesar del potente movimiento
ciudadano que hace 20 años reivindicó la equiparación con las ciudades citadas,
no ha podido conseguir la equiparación.
La Plataforma Ciudadana revindicaba “Igualdad, dignidad e integración” y
ninguna de esas 3 cualidades se ha conseguido. Estamos en evidenteDesigualdad (véase tabla comparativa
más abajo), no estamos Integrados ni
en la red de ferrocarril ni en la red eléctrica de alta capacidad ni en otras
redes nacionales y nuestra Dignidad,
por la insoportable discriminación que sufrimos, sigue siendo pisoteada.
Nuestros intrascendentes políticos no han querido, no han podido o no han
sabido aprovechar aquella fuerza que tan inteligentemente dirigiera Lorenzo Sánchez López, a quien esta ciudad y
esta comarca le deben un reconocimiento.
La falta de servicios tiene 2 consecuencias evidentes:
1. La pérdida de valor de casas, comercios,negocios, solares
y locales comerciales, por un lado.
2. Por otro, la falta de puestos de trabajo del estado y de
la región, estables, relativamente bien pagados, que generarían en Tomelloso
mucho beneficio para tiendas y negocios. Sin olvidar que Tomelloso es la
tercera ciudad (de más de 30.000 habitantes) con más parode la región. Un
cálculo benevolente habla de cerca de 500 puestos de trabajo directos, y
alrededor de 1.000 puestos de trabajo indirectos del estado y de la región, que
sí están en Valdepeñas o Alcázar, pero que no están en Tomelloso.
El salario correspondiente a esos 500 puestos de trabajo lo pagan la administración regional y el estado. En una estimación burda esos sueldos suponen alrededor de 18 millones de euros,cada año, que no llegan a Tomelloso, pero sí a Valdepeñas o Alcázar. Está claro que nuestros referentes deben ser Valdepeñas y Alcázar (con menos habitantes que Tomelloso) y Puertollano (más habitantes) Aquí pueden verse claramente los servicios que le faltan a Tomelloso, donde estarían esos 500 puestos de trabajo directos:
Tomelloso se la juega en los próximos 4 años. Para competir en igualdad de condiciones deben ubicarse aquí los servicios e inversiones que otras ciudades más pequeñas disfrutan desde hace más de 20 años. La ciudad tiene el reto de conseguir la integración ferroviaria plena en la Red Nacional de Ferrocarril (no ramales a ninguna parte, sin trazado, sin presupuesto, sin fechas); conseguir que la Consejería de Sanidad dote al Hospital de Tomelloso con los fondos necesarios para contratar a los alrededor de 70 especialistas y más de 100 enfermeras/os necesarios para cumplir el Plan Funcional del Hospital; Tomelloso tiene el reto de conseguir los 10 nuevos ciclos de formación profesional de Grado Superior que la ciudad necesita, por el tipo de industrias y servicios que tenemos; conseguir la ubicación aquí de los servicios e inversiones que disfrutan desde hace mucho localidades más pequeñas … si la sociedad en su conjunto, dirigida por sus representantes políticos, sociales y económicos no se pone en pie para reivindicar lo que le pertenece en derecho… Tomelloso perderá negocios, población e industrias, y nuestras casas, locales y negocios no valdrán nada porque serán invendibles.
En la siguiente entrega se analizan los datos oficiales, que acreditan la pérdida de población de Tomelloso, su paro muy
elevado y la pérdida de renta posicional en comparación con otras ciudades de
la región en los últimos 20 años.
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Martes, 23 de Abril del 2024
Martes, 23 de Abril del 2024