Alcanzo a ponerte estas letras mientras ruedo, una tarde más, a cumplir mis obligaciones de galeno en un humilde (bueno, no tanto) pueblo de la Alcarria conquense. Esa tierra que bien conoces, más que nada porque oyó tus primeros balbuceos, y contempló tus primeras lecciones musicales con el método de Hilarión Eslava.
En la radio suena tu último trabajo, tu “testamento"(sí, la palabra chirría, pero no encontraba otra más descriptiva).Confieso que últimamente estabas relegado al estante de los recuerdos dolorosos, los que permanecen dormidos para no reabrir heridas; pero mágicamente, tu voz de “anciano" ha despertado en mi mente agobiada esa nostalgia de adolescente solitaria, tímida, que cantaba tus temas en casa para que mi bendita madre compartiera veladas agradables, y no sólo desencuentros…
Y de entre todas las estampas sonoras, me quedo con la que más me ha golpeado: TE QUIERO, Vida, aunque a veces, entre lágrimas se me olvide que lo hago.
Gracias, maestro Perales.
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Martes, 19 de Noviembre del 2024
Jueves, 21 de Noviembre del 2024
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