Angela Lozano condujo con solvencia y cercanía un acto que abrió con una bella alusión a uno de los elementos más tradicionales de la Navidad, el belén.  “Cada uno de nosotros vamos poniendo los personajes del belén en el pesebre de nuestro corazón. El Belén, como dice el Papa Francisco, es como un evangelio vivo, con enseñanzas que van penetrando hasta nuestro interior y que despierta mucho asombro porque manifiesta la ternura de Dios”, dijo.

El primer grupo que salió a las tablas fue el de Voces de la Sierra compuesto por trece mujeres y siete hombres que expresaron su satisfacción por actuar por vez primera en Tomelloso justo cuando empiezan a preparar su 25 aniversario. Luna lunera alumbra el camino porque es Nochebuena decía el estribillo de su primera interpretación. Los de Pozoblanco no tardaron en conectar con el público que fue disfrutando de sus temas. Ábreme la puerta de Belén, Belén. Mezclaban bien las voces de hombres y mujeres y sonaban majestuosas las dos guitarras del grupo acompañadas del ritmo de las palmas, las panderetas y el cajón.

Interpretaron el tema que viene a ser su himno, Canta, canta porque ya llega la Navidad  que les permitió grabar uno de sus discos. Otra de las canciones la dedicaron a la Patrona de Pozoblanco, la Virgen de Luna. Ya nació, el niño ya nació, entre luceros y estrellas. Finalizaron con un hermoso tema dedicado a la abuela y anunciaron que en su Festival de Villancicos que se celebra el 21 de diciembre estará el grupo Jesús del Perdón.

Llegó así el turno del Coro Amigos del Rocío, compuesto por 24 componentes, un grupo que sabe aunar tradición con la incorporación de elementos más novedosos y que suelen componer la mayoría de sus temas, tanto la letra como la música. Sonaron muy bien todos los temas que interpretaron como el titulado “Una noche de diciembre” que dedicaron al más de centenar de componentes que han pasado por el grupo en sus treinta y siete años de andadura. También se acordarían de los abuelos en otros de sus temas y  firmaron una actuación muy completa con preciosos solos y dúos de guitarra, y voces que fueron salieron del grupo para brillar también en lo individual. 

La presentadora pidió a uno de sus componentes que hiciera una demostración del toque de pandereta con un villancico muy conocido  en el que también participó el público. Fue una noche de emociones, mucho talento y solidaridad. Montse Jiménez, de las Supernenas, entregó uno de los obsequios a los grupos participantes, también haría lo mismo, el concejal y director de la Fundación Elder, José Manuel Sampedro.

Para el final quedó el grupo anfitrión, Jesús del Perdón que completó otra soberbia actuación, fruto del talento de sus componentes y un largo periplo en el que han ido enriqueciendo sus interpretaciones por las influencias de los grandes grupos con los que han compartido escenario. El público se lo agradeció con sus ovaciones en una Gala de Villancicos  muy brillante. La del año que viene será ya la vigésima.