En ASORA estaba previsto acometer un renovación de junta directiva el pasado mes de marzo. Como no se pudo hacer, se retomará una vez que pase esta crisis de emergencia sanitaria.

Mari Carmen Serrano y Carlos Morales atienden la llamada del periodista. De inicio cuentan cómo están viviendo está situación tan excepcional y dura que ha traído el  dañino COVID-19. “Estamos aguantando en casa, con agobio pero con mucha responsabilidad. Se trata de cuidarnos nosotros mismos y también a los demás, por eso hay que quedarnos en casa. Hay días que se pasan mejor que otros, pero es lo que toca, no hay otra”.

ASORA ha demostrado, una vez más, su enorme capacidad para adaptarse a las cambiantes circunstancias y la irrupción del coronavirus no ha sido una excepción. “Seguimos adelante con nuestras terapias que realizamos a través de videollamadas, de forma on line. Hacemos  cuatro a la semana, dos para enfermos y dos que dedicamos a los familiares. Esto ha sido posible gracias a un programa que nos está dando un buen resultado y que nos permite seguir desarrollando una actividad que exige constancia y continuidad. En un trabajo como éste no podemos desfallecer en ningún momento”.

Preguntamos a Carlos y Mari Carmen sobre cómo andan las cosas en este Barrio San Antonio en cuyo seno nació ASORA. “La gente está siguiendo el confinamiento al pie de la letra, con disciplina, siendo conscientes de que esto no se puede tomar a broma. No está habiendo ningún problema en este sentido”.

Ambos esperan que esta crisis que nos ha atacado tan duramente sirva para extraer algunas lecciones. “Hemos visto como han surgido muchos brotes de solidaridad y de ayuda entre todos, aunque la solidaridad es algo que se debe practicar siempre, no solamente en una situación límite como la que estamos viviendo ahora. Lamentablemente, hay muchas causas por las que trabajar a lo largo y ancho de todo un año”.

“Sería bueno que esto tan terrible que nos está sucediendo sirviera para recuperar los auténticos valores de la vida que, quizá, teníamos un poco olvidados”, concluyen.