La presidenta de
la AECC en Tomelloso, Amalina Martín, asegura haberse adaptado bien al
confinamiento decretado por las autoridades. Ella suele decir que se adapta
bien a cualquier circunstancia y situación y en la de ahora también. “Es incómodo no poder ir donde una
quiere, dar un paseo o visitar a cualquier amiga. Pero es lo que toca y debemos
ser disciplinados porque está en juego la salud de muchas personas”, comenta.
Lo dice con
conocimiento de causa porque ella ha perdido a gente cercana y pide a los
vecinos que sean responsables con lo que se les está pidiendo. “Por lo visto
hay algunos insensatos, pocos pero los hay, que se saltan las normas y se van
al banco de un parque como si no pasara nada. Eso es un disparate mayúsculo que
no se puede consentir”.
Amalina se
muestra cauta a la hora de analizar lo que está pasando. “Yo no soy la más
indicada para determinar donde han podido estar los fallos o quien tiene la
mayor responsabilidad de que esta epidemia se haya extendido a esa velocidad y
a tantos territorios del mundo. Puede que en China, que fue donde se originó el
primer foco de este virus, tendrían que haber cerrado el país por completo,
impidiendo a la gente salir y también entrar. Creo que hay otros países que lo
han manejado mejor, como por ejemplo en Rusia. Una de mis nueras es de allí y
me cuenta que en seguida que se tuvo conocimiento de la pandemia no dejaron a
nadie ni salir ni entrar. Precisamente este es el motivo que la tiene retenida allí.
No puede salir hasta que este epidemia esté totalmente controlada”.
Amalina Martín
cuenta que en la Junta Local de la AECC que ella preside, “estamos viviendo
esto con muchísima preocupación. Afortunadamente, hasta ahora hemos tenido
suerte y no tenemos que lamentar ninguna pérdida. Pero esas informaciones de
muertes que nos llega de todos sitios intimida mucho. Todas estamos siguiendo
las recomendaciones de prevención que nos dan: no salir de casa, moverte solo para lo necesario e
imprescindible con la debida protección, lavarte las manos con frecuencia…en definitiva cumplir las normas
con responsabilidad y no caer en los disparates que algunos hacen por ahí”.
En un plano más
personal, Amalina está pendiente de su hijo, el doctor Pluvio Coronado,
que como tantos profesionales de la sanidad afronta una situación muy delicada. “Mi
hijo es jefe y lleva ya muchos años que no hace guardias, pero ahora las
circunstancias son las que son y ha
tenido que volver a hacer guardias, a echar las horas que hagan falta y a multiplicarse para atender a los
pacientes. Como él dice, el capitán del barco es el que primero debe dar
ejemplo”.
Comenta también
la situación específica que se vive en Tomelloso y está convencida de que esta
crisis del COVID-19 “nos enseñe a valorar más las pequeñas cosas”. Lo dice
desde su propia experiencia personal. “Cuando me detectaron el cáncer, empecé a
valorar cosas a las que antes apena daba importancia; un simple paseo por la
calle, estar en un parque escuchando como cantan los pájaros, una conversación
con alguien cercano….Espero que cuando esto pase, la gente experimente esa
misma sensación y el cambio sea a mejor”.
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Sábado, 4 de Mayo del 2024
Viernes, 3 de Mayo del 2024
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