“El ser humano es el único animal para el que su propia
existencia es un problema que ha de resolver por sí mismo” Erich Froom
“Miedo a la Libertad”
es el título de un libro cuyo autor es Erich Froom, (1.900-1.980). En sus
páginas este reconocido psicoanalista alemán desarrolla la teoría de que el ser
humano cuanto más se enfrenta a su libertad, toma así mismo más conciencia de
su individualidad, presentándosele una diatriba hasta entonces desconocida para
él: convertirse en ser creador o permanecer en la seguridad, en el anonimato,
en la colectividad, en la masa, destruyendo esa ofrecida libertad y por tanto
su individualidad, su singularidad, su exclusividad, su “irrepetibilidad”.
Good bye Lenin, (Adiós,
Lenin), es el título de una película que tiene por tema la historia de una
alemana del este, acérrima defensora del Partido Comunista, que sufre un
infarto días antes de caer el Muro de Berlín. Al recuperar la consciencia los
hijos tergiversan la noticia por miedo a un shock, contándosela al revés; esa
muchedumbre que aparece en televisión derribando el Muro lo hace para pasarse a
la Alemania comunista. La mujer se entera de la verdad cuando ve un helicóptero
trasportando la estatua de Lenin a un desguace.
De todos es sabido, supongo, que la
historia sucedió al revés, la caída del Muro fue lo que procuró la salida
masiva de alemanes de la zona ocupada bajo el régimen comunista hacia el Berlín
occidental; sin embargo otros muchos decidieron quedarse; no habían sido
educados en la libertad sino en la dependencia de un régimen que pensaba por
ellos. No se reconocían como individuos sino como números en una masa uniforme
sin capacidad de pensar libremente, con las alas recortadas para no volar
mentalmente, seres inexpresivos, autómatas, reiterativos, fotocopias de un
sistema opresor. No es que tuvieran miedo a la libertad, es que no sabían lo
que era. ”La libertad ¿para qué?, dijo Lenin
El síndrome comunista, o del Muro de
Berlín, el miedo a la libertad es un síndrome que sufren aquellas personas que
han estado sometidas a una imposición ideológica,(de hecho Erich Froom escribe
este libro después de atravesar una experiencia totalitaria), a un pensamiento
único convirtiéndose así en prisioneros mentales donde no cabe la libertad física, psicológica, moral, política….
El síndrome del Muro es consecuencia
de dos extremos: Bien por haber estado viviendo sometido a un control absoluto,
teledirigido y por consiguiente en un permanente infantilismo de la
personalidad, provocado por la imposibilidad de ejercer las potencialidades, desarrollar
iniciativas, pensar de manera propia, permaneciendo dentro de una jaula de la
que ya no puedes mentalmente escapar, sería el caso de la ciudadana alemana.
O
bien, como en el caso de la tesis de Froom, la opción por seguir permaneciendo
como uno más dentro de la masa, sin preocupaciones, renunciando a esa
individualidad que te hace diferente e irrepetible, renunciando a la
creatividad, al pensamiento.
El
síndrome del Muro lo sufren quienes por cualquiera de las dos causas tienen
miedo a la libertad porque en el fondo, esa libertad conlleva admitir cierta
responsabilidad.
Sin embargo y a modo de epílogo a desarrollar en otro artículo, hasta la llegada de este virus que nos va hacer cambiar a todos la perspectiva, se daba en muchas personas una situación intermedia, ciertamente la más cómoda: vivir en libertad, aprovecharse de sus ventajas, pero sin el riesgo que lleva exponerse a ella. Lo que yo he dado en llamar, utilizando la terminología comunista, una floreciente burguesía del proletariado.
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Viernes, 22 de Noviembre del 2024
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