Los camioneros forman parte del importante grupo de héroes
que nos están haciendo más llevadera está pandemia y el confinamiento decretado
con el estado de alarma. Gracias a ellos no se ha roto la cadena de suministros:
no han faltado alimentos en los supermercados ni materiales en los almacenes.
Hablamos con Juan Antonio Ruiz, un camionero de raza que lleva metido el
volante en las venas, y nos cuenta las dificultades y alegrías que está
viviendo en este complicado periodo.
Los transportistas, son mujeres y hombres sólidos, que están
costumbrados a estar todo el día en la carretera y pasar muchos días sin ver a
sus familias. Gracias a ellos podemos comprar en los supermercados, las farmacias
tienen los productos necesarios o incluso los hospitales pueden disponer de
material.
Juan Antonio nos cuenta que está llevando muy mal el estado
de alarma «no hay restaurantes para comer y las estaciones de servicio,
están cerradas. Todo son problemas, el combustible lo tengo que gestionar por
mi cuenta». Asegura que no ha parado ningún día desde que se decreto el
estado de alarma «el mes pasado fue una locura, estuvimos subiendo naranjas
de Huelva y no hubo ni fines de semana, solo trabajar».
Y es que, como apuntamos, gracias a los conductores tenemos
alimentos en las tiendas «si no estuviésemos nosotros no sé lo que harían
los de los supermercados, como iban a servir los productos». Nos cuenta Juan
Antonio que actualmente tiene una ruta cómoda y puede dormir todas las noches
en su casa «pero los compañeros duermen en el camión y, como la mayoría de
las estaciones de servicio, restaurantes y campas no están abiertos, no hay
vigilancia y están expuestos».
Ruiz se queja de la falta de mascarillas «es Gobierno nos
ha dado dos por cada camionero y, a ver como te apañas». El transportista
también lamenta que «hay sitios en los que te mirar muy mal. El hecho de que
andemos de un lado a otro provoca desconfianza en algunos». Afortunadamente,
también a otros lugares que son todo lo contrario, «el otro día en el Conaco
de Albacete me dieron una bolsa con comida».
Lógicamente, Juan Antonio se lleva la comida de su casa «hemos
vuelto a las viejas maneras de la carretera, a comer en el cajón y llevar un
hornillo para calentar los alimentos». Asegura que tiene que mantener las
normas de seguridad cuando carga y descarga «es bueno para ello y también
para nosotros. Respetamos la distancia de seguridad, pero cuanto más lejos mejor,
y llevamos guantes y mascarilla».
Ayer estuvo en Madrid, en Chinchón, «a llevar palots
vacíos de Balazote porque ya se va a empezar la recogida de los ajos y las
cebollas y me traje palés para una fábrica de pienso en Albacete. Ahora voy a
carga cebollas a Barrax».
Juan Antonio es dueño del camión que conduce, su padre comenzó
hace más de treinta años con el transporte. Ahora, señala, tiene suerte y puede
dormir todas las noches en su casa. Asegura que los camioneros «estamos
haciendo lo que podemos, ni más ni menos».
{{comentario.contenido}}
"{{comentariohijo.contenido}}"
Jueves, 21 de Noviembre del 2024
Jueves, 21 de Noviembre del 2024
Jueves, 21 de Noviembre del 2024
Jueves, 21 de Noviembre del 2024
Jueves, 21 de Noviembre del 2024
Jueves, 21 de Noviembre del 2024