Marcelo Grande hace honor a su apellido y es una persona inmensa en todos los sentidos.  Que sea un artista de reconocido prestigio no le impide atender con cercanía y amabilidad la llamada del periodista. Al teléfono ofrece las mismas  explicaciones pausadas que en la mesa de un café, con esa claridad de ideas y espíritu bonachón que siempre le acompañan.  El pintor pasa el confinamiento y sigue trabajando en su Tomelloso natal,  en soledad, y con la esperanza de que esta pandemia vaya desapareciendo de nuestras vidas.

“Este confinamiento lo llevo mucho mejor de lo que esperaba en un principio. Estoy solo en casa y he logrado disciplinarme en unas rutinas de trabajo; hago vídeos y los publico en las redes sociales. Reconozco que a veces la moral se resiente un poco, sobre todo cuando escucho las noticias de todo lo que está sucediendo que es muy duro, pero trato de sobreponerme”, empieza diciendo.

Marcelo Grande reconoce que un artista puede acomodarse mejor a esta situación que otras personas, “ya que solemos pasar muchas horas en casa trabajando. Pero echo de menos salir, sobre todo al campo, tomar el aire,oler el ambiente. Yo tengo mi estudio en el campo de un pueblo de Tarragona y lo añoro. Pero decidí venir a Tomelloso porque me resultaría más cómodo pasar el confinamiento aquí, y además tenía algunos asuntos que resolver”.

Preguntamos al artista sobre esos vídeos que publica en facebook cada día. “Casi siempre suelo ir acompañado de una cámara, -responde-. Me gusta captar el proceso de creación de un cuadro, desde que se empieza hasta que se termina. Me ayuda mi experiencia en el cine. Lo que hago ahora es una especie de diario de la nada, el desafío que implica poder hablar de algo cada día. Y lo curioso que esto es lo que me obliga a trabajar, a hacer cosas, para poder contarlas después a traves de un vídeo”.

La crisis del coronavirus ha afectado a la agenda de Marcelo Grande. “Tenía programadas varias exposiciones, y aunque eran más a largo plazo, no sé si se aplazarán o se eliminarán definitivamente, -señala-.  Lo que está pasando va a provocar una crisis económica muy acentuada y dudo mucho que la gente esté ahora para comprar cuadros; hay cosas más necesarias y prioritarias. Una de las exposiciones iba a tener lugar en Sitges, pero no podrá ser, al menos, de momento”.

Tiene claro el gran pintor tomellosero que “lo primero es la salud y protegerse lo máximo posible para no acabar en un hospital o en un lugar todavía peor”.

Marcelo cree que el artista sabe sobreponerse a las circunstancias más adversas. “Durante esta crisis me está ocurriendo algo inexplicable, me salen como unos colores más alegres. La propia historia del arte nos ha enseñado que aún en las situaciones más atroces, el artista siempre crea, no para de investigar, y este momento puede ser un ejemplo. En lo que a mí se refiere, algo así  acaba afectando en un plano más personal , pero no a la hora de trabajar”.

El artista coincide con el periodista  en que la cultura se está viendo muy afectada. “De hecho , ha paralizado el cine, el teatro y otros muchos proyectos culturales, entre otras cosas, porque no hay espectadores. Cuando ocurren cosas así, la cultura siempre se ve afectada. Estamos en una situación extraña que genera mucha incertidumbre. Está claro que hasta que las cosas recobren su pulso normal, habrá que pasar un proceso largo”.

 ¿Cambiará esta pandemia nuestra manera de ver las cosas? Esta es la última pregunta que formulamos a Marcelo Grande. El artista confiesa estar algo desconcertado, “sobre todo por la actitud de algunos de nuestros políticos que solo están pendientes de destruir, de criticarlo de todo, cuando lo que toca es cooperar, ayudar, apoyarse todos para salir de este atolladero. Y ese error viene de un lado y de otro. Es un panorama un poco triste”.