Bravo comprende las excepcionales circunstancias por las que está pasando la sociedad y que afectan a todos los sectores, entre ellos el fútbol, pero pone en valor “el esfuerzo que ha realizado una junta directiva a la hora de generar ingresos, confeccionar un equipo competitivo y generar ilusión entre los aficionados. Con esta decisión todo cae en saco roto, el esfuerzo de la directiva y también el de los técnicos y jugadores durante toda la competición. Sabemos que la normativa impide que se puedan celebrar unos play offs en esta categoría, pero es triste que nos quedemos sin la oportunidad de luchar por ese ascenso que era el objetivo que nos habíamos marcado”.

El presidente rojillo tiene claro que la decisión adoptada iba a perjudicar a unos y beneficiar a otros. “Por ejemplo al Socuéllamos le perjudica y al Villarrobledo le beneficia. En los equipos de nuestro grupo, y yo los respeto a todos, hay algunos que apenas han gastado dinero y seguirán el próximo año en la categoría”.

Aún así, todavía conserva la esperanza de poder subir. “De los cuatro grupos, el Atlético Pedro Muñoz es el mejor tercero y si se produjera alguna renuncia podríamos ascender. Pero hablamos de una hipótesis que no es fácil que se dé”.

Bravo finaliza diciendo que “lo más importante de todo es que en nuestro club todos estamos bien de salud y si no ha podido ser este año, lo seguiremos intentando el año que viene”.