Las cualidades de José Antonio Serna bajo los palos asomaron muy pronto. Siendo infantil se batía el cobre en aquellos entrenamiento bajo el sol del mediodía a las ordenes de Paco Gálvez. El entrenador se quedaba al final de la sesion con los porteros y Serna volaba de palo a palo, parando todo lo que le tiraban. Siendo juvenil, Gálvez lo llevó a probar al Real Madrid y los técnicos madridistas se lo quedaron. Seguridad, valentía, reflejos, potencia...eran algunas de las virtudes de un portero que pronto se hizo con el puesto en el Juvenil A. Y de ahí al Castilla donde coincidio con la famosa quinta del Buitre de los Michel, Butragueño, Sanchís, De las Heras y la acompañía. Entre otros entrenadores, tuvo al gran Amancio Amaro.
Tras varias temporadas en el filial blanco rindiendo a notable nivel, Alfredo Di Stefano se lo llevó al Valencia. Con los ches jugó en segunda y también en primera. La foto principal de este artículo corresponde a una visita del Valencia al Santiago Bernabeu. Forman de pie: Arias, Subirats. Bossio, Giner, Muñoz Pérez y Serna. Agachados: Jon García, Quique Sánchez Flores, Fernando, Revert y Fenoll.
En la foto del entrenamiento del Castilla, con Amancio en primer plano, Serna está justo al lado de Michel, Sanchís y Butragueño, en un grupo en el que aparecen otros históricos de aquella generación, como De las Heras (que apoya sus brazos sobre Serna), Martín Vazquez, Blanco, Julia, Pardeza, Ochotorena, Sánchez Candil y Juanito, entre otros.
Otro de los destinos de Serna sería el Recreativo de Huelva. Curiosamente, el de Serna no es el único caso de un portero tomellosero que ha jugado en primera. En la década de los 70, en el Rayo Vallecano jugó Alcázar, que también nació en Tomelloso, si bien hablamos de un jugador que apenas vivió en la ciudad.
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Sábado, 4 de Mayo del 2024
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