Más
de 2.200 profesionales del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha y de
la Fundación Socio-sanitaria de Castilla-La Mancha han accedido a la
Plataforma
de formación online del SESCAM para hacer uso de los materiales y
recursos para el afrontamiento y gestión emocional del malestar ante la
emergencia sanitaria derivada del coronavirus.
El
pasado mes de marzo, el Gobierno de Castilla-La Mancha puso en marcha
una Estrategia Regional para el afrontamiento emocional
en relación con la pandemia, entre cuyas acciones está la creación de
un espacio ‘online’ tutorizado por profesionales de la salud mental y
actualizado regularmente, con información sobre acceso a recursos de
apoyo directo o intervención psicológica, enlaces
a información actualizada y fiable sobre la evolución de la crisis.
Asimismo,
incluye material de interés recopilado o de elaboración propia de cara a
una mejora del autocuidado y el afrontamiento
emocional, y a la prevención de problemas psicopatológicos
persistentes. Además, cuenta con un foro y mensajería interna para
canalizar información y asesorar con respecto a los recursos. La
plataforma, a la que se puede acceder desde este enlace
https://aulasescam.jccm.es/course/view.php?id=103,
continuará activa durante al menos seis meses después de finalizado el estado de alarma.
Dentro
del módulo dedicado a la mejora del autocuidado se incluye una Guía
para la elaboración de
un ‘Plan Personal de Resiliencia’. Tal y como ha explicado la psicóloga
de la Coordinación Regional de Salud Mental del SESCAM, Beatriz
Vallejo, la elaboración de un plan de estas características “pretende
ser un apoyo ante situaciones de desbordamiento emocional,
pánico o bloqueo, y se basa en la consideración de diferentes fases y
acciones”.
Por
un lado, ayuda a anticiparse, aprendiendo a identificar riesgos
psicosociales de la situación,
señales y manifestaciones frecuentes de malestar emocional, factores de
riesgo o vulnerabilidad y de protección; y también a planificar,
considerando reacciones esperables propias y situaciones previsiblemente
más difíciles.
También
permite actuar, monitorizando el propio estado y revisando el plan, de
cara a buscar apoyo
adicional en caso de que el malestar emocional siga siendo intenso o
prolongado; y por último, mitigar, proporcionando apoyo emocional a
otras personas del entorno como compañeros.
Encuesta
Por
otro lado, en la plataforma se incluye una encuesta, de realización
voluntaria, que ha servido
al profesional para una autovaloración y monitoreo de su estado
emocional y factores de resiliencia que, según la evidencia disponible,
es recomendable especialmente durante el primer mes de la exposición a
una situación altamente estresante y potencialmente
traumática, de cara a identificar y poner en marcha los propios, o
aprendidos, mecanismos de afrontamiento, o posteriormente consultar con
profesionales especializados si persisten signos psicopatológicos.
Casi
el 60 por ciento de las personas que realizaron el automonitoreo de
salud mental, lo hizo en
la última semana de marzo. Con una media de edad de 40 años, el 59 por
ciento fueron mujeres; el 92 por ciento se encontraban trabajando, y
fueron mayoritariamente profesionales del ámbito socio-sanitario (54 por
ciento), seguidos de profesionales de enfermería
(17 por ciento) y de facultativos (13 por ciento). El resto (10 por
ciento) pertenecían a diferentes categorías, como auxiliares
administrativos, celadores y técnicos de cuidados auxiliares de
enfermería.
Los resultados obtenidos en los cuestionarios autoadministrados de salud mental, revelan que el 57
por ciento de profesionales presentó ansiedad significativa, con síntomas como
sensación
de nerviosismo y dificultad para relajarse; el 29 por ciento presentó
manifestaciones depresivas significativas, con pérdida de interés, de
autoconfianza,
intensa tristeza o desesperanza, o problemas de sueño, apetito o
somáticos, en muchos casos derivados del “desgaste por empatía” y
“fatiga de compasión”, resultantes de la relación de ayuda, de la
empatía y del compromiso emocional con personas que experimentan
dolor, sufrimiento y trauma.
Por
último, el 22 por ciento de profesionales presentó una elevada
resiliencia o capacidad para superar
la adversidad, siendo en el 47 por ciento moderada y el 31 por ciento
deficitaria, lo que podría suponer un factor de vulnerabilidad para un
mayor malestar psicológico y peor afrontamiento de la situación.
Según
ha señalado Vallejo, muchas de estas reacciones emocionales
desadaptativas “son efectos directos
e inmediatos del estrés mantenido y el desgaste, generalmente problemas
ansioso-depresivos o síndromes de estrés postraumático leves o
moderados”. En este sentido, ha apuntado que en estudios realizados en
crisis similares se ha encontrado que en el 10-20
por ciento de personas persistirán estos problemas, o se presentarán
efectos demorados, incluso un año después de finalizada la fase de
crisis, pudiendo desarrollarse problemas más graves de salud mental,
especialmente asociados a factores de riesgo previos.
Por
ello, resulta importante la prevención de complicaciones posteriores a
través del seguimiento
de aquellos grupos con mayor riesgo. De ahí que en las próximas semanas
se realizará un estudio de seguimiento con casi 120 profesionales de
los 160 que realizaron la encuesta para la autovaloración de su estado.
“La
información resultará muy valiosa para el estudio del estado
psicológico de los profesionales
sanitarios y socio-sanitarios a lo largo del tiempo, y valorar la
influencia de las estrategias adoptadas individualmente, para que los
equipos de salud mental dispongan de esta información y puedan atender
mejor a las necesidades de las personas que cuidan
a otros, y que se encuentran en especial riesgo de desarrollo de
importante malestar emocional e incluso problemas psicológicos más
prolongados”, ha señalado.
La
Estrategia Regional de Castilla-La Mancha para el afrontamiento
emocional en relación con la emergencia
del coronavirus (COVID-19) contempla otras actuaciones informativas y
preventivas tanto con población general, como con poblaciones de
especial riesgo, así como intervención en crisis con profesionales y
personas usuarias que lo necesiten, destacando la creación
de equipos multiprofesionales de apoyo e intervención en las diferentes
gerencias para la atención al malestar emocional experimentado ante la
actual crisis, para atención a profesionales, pacientes o familiares.
La
experiencia de Castilla-La Mancha en el trabajo en Red, donde
participan las instituciones, profesionales,
personas usuarias expertas, agentes sociales y otros grupos de interés,
ha permitido tener una respuesta rápida y colaborativa para optimizar
los recursos, de forma dinámica, flexible, con objeto de ampliar las
intervenciones al máximo número de beneficiarios
posibles y de forma estratificada según sus necesidades.
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Jueves, 25 de Abril del 2024
Jueves, 25 de Abril del 2024