Resulta agradable y sorprendente la nueva imagen que exhibe el Restaurante Casa Justo, templo de la buena cocina en Tomelloso que colma las apetencias de los paladares más exigentes. Los cambios son visibles tanto en la parte de la barra como en el comedor donde el verde y el blanco le dan un original toque  mediterráneo. Cambia la imagen del local, pero no el talante hospitalario y campechano de sus propietarios. Justo López y sus hijos atienden a sus amigos clientes con esa naturalidad y alegría que hace todavía más llevadera la estancia en el restaurante. Crecen, camarero de largo recorrido en la casa, nos va trayendo platos a cual mejor.

Antes hemos hecho hueco para mantener una pequeña entrevista con Justo, el mayor de los hijos, en la que nos ofrecerá sus impresiones de la complicada situación que ha vivido el sector durante el estado de alarma.

-¿Cómo está siendo la reapertura en el Casa Justo?

- Gracias a Dios hemos arrancado bastante bien conforme está la situación ahora mismo. La gente viene con mucho respeto, también con algo de miedo, pero creo que hay que hacer ver a los clientes que los locales están preparados con todas las medidas de higiene, seguridad y limpieza. De este modo, se sienten cómodos y pueden disfrutar de una buena velada como lo han hecho siempre.

-Está claro que merece la pena ser cuidadosos en esta desescalada porque el virus aún sigue presente en nuestras vidas, ¿no cree?

-Claro y por ese motivo lo mejor que podemos hacer es que el cliente se sienta cómodo y seguro. Para ello tenemos que tomar todas las medidas que nos marquen y que ellos las vean y las sientan, de lo contrario no iremos bien.

-¿Tendrá que pasar mucho tiempo hasta que las cosas sean como antes?

-Es evidente que sí. Lo que hemos vivido ha sido muy duro y el miedo sigue ahí. Hay clientes que nos llaman por teléfono a ver cómo estamos, porque de momento no están saliendo. Poco a poco se tiene que ir perdiendo ese miedo.

-Usted es el segundo eslabón de la cadena de este gran proyecto hostelero que ha superado ya los treinta años…

-Son treinta y un años y  en un oficio como éste no dejas de plantearte nuevos retos y objetivos. Acabamos de finalizar la reforma y nos estamos adaptando a esta nueva situación. Mi padre sigue siendo el alma de este negocio, ha peleado mucho por consolidar este restaurante y nosotros queremos que siga siendo así. Él ha sido todo para nosotros, nos ha enseñado todos los secretos y nos ha inculcado el amor  que él siente por esta profesión.

-¿Cuál es el sello distintivo de este restaurante?

-La calidad y el buen servicio con el cliente. Nos preocupamos de que la materia prima, las carnes o el marisco, sean de la mejor calidad, acompañada también un servicio que satisfaga siempre al cliente. Muchos siguen con nosotros desde los inicios. Otros por cambios de domicilio o cualquier otra circunstancia han dejado de venir, pero mantenemos la fidelidad de clientes muy antiguos a los que no da mucho alegría recibir cada día. También llegan clientes nuevos a los que agradecemos que hayan confiado en nosotros.

-Una familia tan emprendedora en la hostelería ha puesto en marcha otros proyectos además del restaurante, ¿cómo les va?

-Años atrás llevamos el local de la piscina en la avenida Antonio Huertas, y ahora, además del restaurante, tenemos el salón de bodas de Jardines López Linares, en el camino real. Por la pandemia, el año se nos ha quedado en blanco, ya que muchas parejas han decidido posponer su boda. Esperamos que el año que viene podamos realizar todas estas bodas que se han aplazado, además de las nuevas que entren, y de este modo podremos compensar lo que no se ha podido hacer ahora.

-La competencia en la hostelería es muy fuerte en Tomelloso, ¿qué estrategia utilizan para que la gente siga confiando en ustedes?

-La competencia te obliga a superarte constantemente. Tratamos de diferenciarnos con algunos platos y especialidades y, sobre todo, esmerarnos cada día en dar el mejor servicio posible. Precisamente, esta situación tan dura que hemos vivido nos obligará a cuidar y mimar mucho más al cliente, y conseguir que disfrute en todos los minutos que esté en nuestro local.