Cáritas Diocesana de Ciudad Real lanza
la Campaña de Temporeros, para este año 2020 con el lema “Escucha su historia. ¡Somos
necesarios!”. Una campaña marcada por la emergencia sanitaria del
COVID-19, que cobra un especial sentido, por la vulnerabilidad de este
colectivo y que tiene como eje central la historia y vivencias de las personas
temporeras. Además de abordar las cuestiones de tipo laboral o de alojamiento,
que venimos reclamando de manera recurrente, se quiere visualizar la dificultad
de muchas personas temporeras a la hora de poder mantener las medidas de
seguridad e higiene requeridas a todos los ciudadanos.
Con la expresión “¡Somos necesarios!” Cáritas
quiere dejar patente que la mano de obra de las personas temporeras es
imprescindible para el agricultor y para nuestros campos, lo vemos en las noticias
y en nuestras localidades y lo podemos constatar: sin ellos tendríamos serias
dificultades para poder acometer las distintas campañas agrícolas.
“Dar a conocer la historia, sus
pensamientos, expectativas, sufrimientos y decepciones, permite conocer más a
fondo las situaciones de exclusión y de vulneración de derechos que están
sufriendo. Permite mirar a la persona temporera con otros ojos y cambiar la
mirada hacia ellos”, señala la organización católica en un comunicado de prensa.
Todos, señala el documento, somos
conscientes de las medidas higiénicas y sanitarias necesarias para evitar posibles
contagios y precisamente Cáritas que trabaja con las personas más excluidas, sabe
y conoce de primera mano las condiciones indignas que viven muchos de los
temporeros, viviendo en casas insalubres, hacinados en habitaciones o en naves
abandonadas, con la imposibilidad de mantener la distancia de seguridad
establecida, poder ducharse, lavar la ropa o desplazarse al lugar de trabajo
con amplitud en el vehículo.
Además, esta campaña pone el acento en
la necesidad de aunar esfuerzos por parte de todos los actores implicados en
las campañas de recolección, como son empresarios agrícolas, sindicatos,
entidades sociales y las distintas administraciones públicas, especialmente los
ayuntamientos de cada una de las localidades donde llegan temporeros a realizar
trabajos de recolección.
Por
ello este año, Cáritas pide la implicación de los empresarios y agricultores,
para que faciliten los medios de protección necesarios frente al Covid-19 a sus
trabajadores temporeros. Además, que procuren alojamiento adecuado a estas
personas, durante la vigencia del contrato, debiendo quedar garantizada la
habitabilidad e higiene adecuada del alojamiento. Y que se garanticen los
traslados al lugar de trabajo en condiciones de higiene y seguridad.
A
las Administraciones Públicas y Ayuntamientos de localidades donde llegan
personas temporeras, habiliten los recursos necesarios, así como duchas y
alojamiento, cumpliendo con las medidas de higiene y protección necesarias.
A los sindicatos, entidades agrarias y
las partes implicadas en la negociación de los convenios agrícolas, que la
procuración del alojamiento sea obligatoria, ya que actualmente el convenio del
campo de nuestra provincia no lo recoge.
Cáritas
sigue recordando la necesidad de unas condiciones de trabajo dignas
Cáritas no puede permitir que existan
condiciones de trabajo indignas y degradantes, que reduzcan y rebajen a la
persona temporera que se desplaza a realizar una labor agrícola, a ser un mero
instrumento de lucro.
“No podemos consentir situaciones de
abuso, en las que se aprovecha la desesperación de las personas por encontrar
unos días de trabajo, como es el caso de personas en grave situación de
exclusión, personas sin permiso de trabajo o aquellos que no tienen empleo y
las labores agrícolas de temporada suponen un pequeño respiro para la familia”.
Trabajadores sin contrato, sin alta en
la Seguridad Social, salarios por debajo de lo que marca el convenio agrícola, pago
por el desplazamiento al lugar de trabajo o por las herramientas, alojamientos
que no reúnen unas condiciones mínimas de habitabilidad, otros que ni siquiera
tienen donde dormir y asearse, es un claro ejemplo de que no todos los
trabajadores temporeros disfrutan plenamente de los derechos, lo que supone en
ocasiones enfrenamientos y disputas que no posibilitan la convivencia. Por lo
tanto la vulneración de derechos termina afectando y perjudicando tanto a otros
empresarios como al resto de trabajadores temporeros.
También Cáritas vuelve a recordar el
tema de la “subcontratación ilegal”, ya que es una práctica que viene
observando año tras año y que no puede permitir que se pase por alto.
Existe la figura del subcontratador o
intermediario, que es una persona encargada de ponerse en contacto con el
agricultor para ofrecerle los trabajadores que necesita. Es una práctica muy
cómoda, en la que el agricultor a veces desconoce lo que conlleva, ya que en la
mayoría de los casos, supone una brutal vulneración de los derechos de los
trabajadores.
La persona que subcontrata, es la que
paga al temporero. Y desde Cáritas han podido constatar casos de impago o pago
por debajo del salario establecido, amenazas, retención de documentación, malos
tratos… Por lo que recuerdan, que esta práctica puede ser denunciada a la
Guardia Civil.
Acciones
Durante
Además, voluntarios y trabajadores
escucharán los problemas que plantean: situaciones de abuso, precariedad de las
condiciones de trabajo, falta de alojamiento…, informará y/o asesorará sobre la
situación planteada y los recursos locales y trabajará con la comunidad para
que sea acogedora.
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Sábado, 3 de Mayo del 2025
Lunes, 5 de Mayo del 2025
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