Alguien tuvo la ocurrencia de definir a un pesimista como
un optimista mal informado. El autor de tal definición sería alguien que viera
también siempre la botella medio vacía. Estas expresiones tan conocidas y
usadas expresan una realidad anímica aunque si la hubiera pronunciado un
optimista sería el pesimista quien estaría mal informado y vería la botella
medio llena. Pero lo cierto y verdad es que en ambos casos los dos pueden
llevar razón.
Me da que ser de una manera u otra no es cuestión de
informaciones, que en esto no suele haber conversiones, pues quien nace
pesimista o lo paren optimista muere de igual guisa.
Sin embargo en este “fifty- fifty” sobre la apreciación del
líquido que contiene la botella se desvirtúa por completo cuando la botella
tiene dos gotas y la vemos medio llena o en el caso de estar llena del todo y
nos empeñamos en verla casi vacía. Porque como en todo, en esto también existen
grados.
Conocí a uno que siempre tenía tres termómetros sobre la
mesa del salón para medir la fiebre por si acaso fallaban dos de ellos. Es el
caso más palmario de un pesimista, el de los hipocondríacos para quienes el
hombre es un ser que nace, enferma y siempre acaba muriendo.
Y en el otro extremo se sitúan los alegres optimistas, como
aquel que todos conocimos, el célebre condenado de la película “Primera Plana”
al que iban a ejecutar de madrugada y estaba preocupado por el constipado que
tenía. Al final el tío salva el cuello y se cura del resfriado. Son muy
distintas maneras de enfocar la vida.
Decía Napoleón Hill sobre esto que el optimista se equivoca
con la misma frecuencia que el pesimista, pero es incomparablemente más feliz. Sin
embargo la coartada que tiene el pesimista para serlo se basa en que tarde o
temprano acaba teniendo razón, cierto es en algún caso, pero en su contra está
el hecho de que por ejemplo, solo se muere una vez y mientras tanto lo pasa
fatal. Al contrario el optimista vive feliz mientras no le llega algún revés y
cuando eso sucede lo aprovecha para impulsarse sobre él.
El pesimista suele ser más crítico pero demasiado analista
y calculador, al contrario del optimista
que le “da más gordo” a la vida y suele ser más resolutivo y práctico.
Dicen los especialistas que el origen de tales condiciones es
inamovible porque parece ser un componente más de la carga genética que cada
ser lleva puesta y eso, como el color de la piel resulta inalterable.
Pero como andamos empeñados en que no todo en esta vida resulte
natural, también existen como banderas en los barcos, pesimistas y optimistas de conveniencia que nada tienen
que ver con su psiquismo sino con sus intereses. En este mundo de
artificialidades y conveniencias hay muchas personas que tienen en sus armarios
colgados los dos ropajes según les vengan los vientos.
Veamos ¿a que les suena esta frase de Churchill? ”El
optimista ve una oportunidad en cada calamidad y el pesimista una calamidad en
cada oportunidad”…Dirán, si la dijo Winston Churchill, será algo relacionado con la política, ¡uhmm!……pues
sí, caliente, muy caliente.
{{comentario.contenido}}
"{{comentariohijo.contenido}}"
Miércoles, 27 de Marzo del 2024
Viernes, 29 de Marzo del 2024
Viernes, 29 de Marzo del 2024