Comentan los socios de Prunotec, Alejandro Torres y Sergio Arribas, que “nuestros padres y abuelos difícilmente podían imaginaban el paraje de Las Canteras podría acabar de esta manera”. Lo dicen porque un paraje de duras condiciones para la agricultura se ha convertido en un espectacular campo de almendros,  de 100  hectáreas de superficie, con 14 variedades diferentes que es una delicia contemplar.  La Voz de Tomelloso ha tenido el privilegio de visitar el campo de experimentación de Prunotec en una fresca mañana de verano. La tierra guarda la humedad de las lluvias de días anteriores.  El camino se va empinando poco a poco hasta llegar a la explotación que ofrece unas magníficas vistas de la ciudad, a unos cinco kilómetros de distancia.

El gran esfuerzo de los trabajadores. Los dos socios acompañan al periodista en el placentero paseo por el campo y le van explicando los proyectos, retos y actualidad de una empresa que sigue creciendo. “En estas circunstancias  tan difíciles que hemos vivido tenemos que agradecer a nuestros trabajadores que hayan estado todos los días al pie del cañón. En Prunotec no hemos parado, los socios hemos estado ahí, Cristina, los trabajadores…El Covid nos ha pillado con plantaciones y teníamos que seguir trabajando, a pesar de los problemas de logística. Tenemos que agradecer a Viveros Crisara el servicio que nos han prestado”, afirman.

Alejandro Torres analiza un proyecto iniciado hace tres años “donde vamos a poner catorce variedades distintas, con diferente pie, a raíz desnudo. Se trata de que el cliente vea las enormes posibilidades que ofrece el cultivo. Demostrar que en zonas con escasez de agua, como la que nos encontramos, estamos sacando adelante las plantaciones. De estas cien hectáreas, 75 ya están en plantación y para el año próximo esperamos las primeras producciones”.

Una cosecha más adelantada. Torres remarca que “toda la plantación es en ecológico” y anuncia un proyecto de futuro en el que tienen depositadas grandes ilusiones, “un  centro de formación especializado en almendro y pistacho. Los agricultores se van adaptando a un cultivo que requiere unos tratamientos adecuados, pero que con un buen manejo es menos complicado de lo que parecía en un principio. Pero está claro que una buena formación es esencial”. 

Añade uno de los dos socios de Prunotec que el manejo de la planta que “va  con su abono orgánico, le hacemos de tres a seis pases de sulfato, insisto, todo en ecológico”. La cosecha de este año va algo más adelantada. Torres la encasilla entre el 15 de agosto y 15 de octubre. “La cosecha viene bastante bien, los rendimientos son buenos, se aumentará en kilos y los precios no son malos. En el ecológico se está subiendo todos los días y baja ligeramente en el convencional. Las exportaciones de almendra se están llevando bien a pesar de la situación que estamos atravesando”.

Almendra de calidad. Las explotaciones de almendro empiezan a proliferar en la comarca y van cambiando el paisaje rural. Prunotec lleva proyectos en otras zonas como  en Daimiel,  Malpica (Toledo) y Lérida. Próximamente acometerán un nuevo proyecto de 200 hectáreas en Huesca. La almendra sirve de base a la turronería, panadería y otros ramos de la alimentación. Torres considera esencial diferenciar “la almendra ecológica española de la californiana. La nuestra es de muchísima calidad, lo que permite irnos a una almendra gourmet que es donde tenemos que sacar el valor añadido y el precio para que las plantaciones tengan la mayor rentabilidad posible”.

Con Sergio Arribas desgranamos los aspectos más técnicos de un producto que exige un tratamiento muy cuidadoso. “Trabajamos la planta in vitro  y a partir a ahí trabajamos en un proceso que nos permite adelantar los ciclos. En el almendro tradicional se produce al quinto año y nosotros estamos produciendo al tercero en secanos extremos, lo que favorece la inversión del agricultor. Luego estamos pendiente de todo el manejo, con podas correctas que permitan un buen desarrollo de la planta. Son muchos detalles que explicamos en los  cursos de formación que permiten al agricultor conocer el cultivo”.

Saber lo que hay que plantar en cada momento. Arribas subraya el objetivo del centro de experimentación que “nos permite tener datos reales de la zona para que cada agricultor sepa lo que tiene que plantar en cada momento. Buscamos saber la capacidad productiva de cada variedad en las mismas condiciones de clima, manejo y terreno. Hay variedades que se adaptan mejor a nuestra zona que otras y tenemos que ayudar al agricultor para que vaya a algo seguro y no se equivoque”.

Arribas aprovecha para ofrecer una información importante a los agricultores. “La planta que nosotros trabajamos se hace sobre microinjertos en Italia, pero al haber tenido el problema del Covid, hay mucha menos planta, porque no han llegado en fecha y forma a los viveros. El agricultor que se descuide se puede quedar sin planta”.

Satisfechos con la  trayectoria de la empresa. Cinco años después de iniciar su andadura los socios se muestran satisfechos de la trayectoria de Prunotec. “Teniendo en cuenta los tiempos que vivimos, estamos muy satisfechos, en venta de planta hemos subido, de hecho nos hemos colocado entre las comerciales más importantes del país con una venta de entre 200.000 y 250.000 plantas al año, de raíz desnuda y maceta. Pensamos que vamos a seguir en esta buena línea gracias al esfuerzo de los trabajadores. En determinados momentos llegamos a tener unos 14. Ahora estamos siete, pero las previsiones es aumentar porque tenemos mucha demanda de poda. La gente sabe que un buen asesoramiento diario y reducción de costes son buenos cimientos para que las cosas vayan bien y por eso confían en Prunotec”.    

Termina así nuestro paseo por el centro donde también hemos tenido oportunidad de departir con algunos trabajadores. Al final, Torres nos adelanta otro proyecto de una empresa que no para de emprender: el próximo fórum será de contenido práctico e incluirá una feria con las últimas novedades en la mecanización de todos los procesos del cultivo.