A la entrada del colorido edificio donde se encuentra Afymos nos toman la temperatura, nos desinfectan y pasamos sobre una alfombra. Y es que, la COVID ha cambiado la forma de actuar de todo. Nos reciben tres mujeres, la directora del centro, Ana Belén García; Victoria Moreno, la responsable del Programa Crea y Carmen Lara, que tiene a su cargo la administración. Reciben a los periodistas con una deslumbrante amabilidad y nos conducen a una sala de reuniones adaptada a la nueva normalidad.

A las tres se les nota la pasión con la que hablan de su trabajo. Una labor, la de normalizar la vida de las personas con discapacidad, que para ellas debe ser vocacional, de otra forma no sería posible esa vehemencia y energía al hablar que se contagia. Venimos a conocer la asociación y uno de sus programas estrella, el “Crea”, que tiene como objetivo principal la inserción plena de las personas con discapacidad en la comunidad en la que viven gracias al desarrollo de un empleo en las empresas ordinarias de la localidad socuellamina. Pudimos comprobar de primera mano la satisfacción de las ocho personas participantes en el programa y de las empresas en las que cumplen su función.

Nos cuenta Ana Belén García que Afymos es «una asociación de familias y amigos de personas con discapacidad. Discapacidad en general, pero los convenios que tenemos con la Junta de Castilla-La Mancha están más dirigidos a la discapacidad intelectual». La asociación tiene un centro de día, un servicio de capacitación y dos viviendas con apoyo, con capacidad para seis personas cada una. «Además, con la Consejería de Empleo llevamos a cabo el Programa Crea, dirigido a personas con discapacidad intelectual». Afymos es también un centro de formación «y atendemos el ocio, tenemos voluntariado, atención a las familias y un servicio de atención a la diversidad funcional».

La asociación se creo en 1991 «pero con convenios con la Junta llevamos cinco años. Cambiamos el modelo de intervención al que nos exige Europa y desde entonces es cuando más hemos crecido». En estos casi veinte años ha cambiado mucho la forma de atender a las personas con discapacidad, tanto en la manera de hacerlo como en el lenguaje usado «hemos cambiado de ser una “asociación pro-minusválidos” a una asociación fe familias y amigos de personas con discapacidad. Hemos evolucionado como toda la sociedad, cuando una palabra tiene una connotación negativa hay que cambiarla. Así, se va incluyendo ya el concepto de diversidad».

En la actualidad Afymos tiene 350 socios y atiende a 150 personas de todas las edades a partir de los tres años, nos cuenta la directora. La asociación tiene usuarios de «Pedro Muñoz, Las Mesas, Argamasilla de Alba, Villarrobledo y Tomelloso. Tenemos transporte adaptado que hace la ruta Pedro Muñoz Socuéllamos». Afymos cuenta con veinte voluntarios y veintiséis trabajadores.

Las dificultades del colectivo son «sobre todo a nivel económico, aunque tenemos convenio con la Consejería, no hay una subvención al cien por cien. Por ello, Afymos como entidad siempre tiene que aportar, lo hace a través de sus socios o de actividades de sensibilización y de recaudación».

Como a todo el mundo, la epidemia del coronavirus «nos pilló de improviso. De un día para otro no abrimos el centro. Desde el minuto cero, dado que contamos con profesionales jóvenes y dinámicos, intervinimos con los chicos. Cogimos todos los equipos informáticos y los llevamos a las casas, le facilitamos internet a quien no tenía. Lo más complicado fue en las viviendas, no sabíamos como actuar, pero gracias a la Federación nos ha llegado formación y protocolos. Hemos tenido la suerte de que solo un usuario y dos trabajadores de una de las viviendas contrajeron la enfermedad, pero afortunadamente no se ha trasladado a más personas por los protocolos tan estrictos. Ha habido mucha tensión, hemos estado trabajando de lunes a domingo, veinticuatro horas al día. Hemos aprendido muchísimo».

Trabajar con personas con discapacidad supone un trabajo ímprobo y una implicación máxima que no sabemos si recompensan. La directora asegura que «económicamente son trabajos mal remunerados. Pero nos recompensa dado que nos mueve mucho la motivación, trabajamos por vocación y eso hace que tiremos para adelante. Es muy difícil despersonalizar, al fin y al cabo, trabajamos con personas que es muchos casos la única familia que tiene somos nosotros».

Proyecto Crea

El proyecto Crea de Afymos denominado “Promoviendo la integración sociolaboral de las personas con discapacidad intelectual”, lleva tres años en marcha. «Abarca la parte laboral en empresas ordinarias, con la metodología de empleo con apoyo. Los participantes tienen también una parte de formación en la que obtienen un certificado de profesionalidad», relata Victoria Moreno. El primer año participaron 9 alumnos, el segundo doce «y siete de ellos consiguieron titular el certificado de profesionalidad de auxiliares de administración. Este año tenemos siete empresas y ocho alumnos. El proyecto está cofinancia por la Junta de Castilla-La Mancha y el Fondo Social Europeo».

Asegura Victoria que este año el programa «es un poco atípico, marcado por la situación de la COVID». Arrancó el 27 de enero «y cuando los hicos empezaban a adaptarse al trabajo, las funciones o los compañeros, paramos el 23 de marzo. Se volvió a retomar la parte laboral el 1 de junio y la formativa el 29 de junio».

Ha sido muy difícil encajar la situación, dado que en el programa participan empresas de todos los tamaños, aseguran «especialmente la dificultad de adaptación. Si a cualquiera de nosotros nos da tranquilidad una rutina, cualquier cambio los desestabiliza. Ha sido muy duro pero los chicos han respondido muy bien». Por supuesto, a las empresas «hay que darles las gracias porque, a pesar de las circunstancias han querido continuar con el proyecto».

El empleo con apoyo «ha tenido un impacto social muy grande en Socuéllamos porque tener a personas con discapacidad en las principales empresas de la localidad es muy importante», nos cuenta Victoria Moreno, que «me podría pasar horas y horas hablando del proyecto». Las empresas que participan son el Colegio Nuestra Señora de Loreto, José Manuel Valadés Coaching, Anfit, OTS, Cabezuelo, Transportes Félix y Kiele. «Tres de ellas son de las que más volumen de trabajo tienen en la localidad y el resto son pequeñas empresas».

El programa sirve para la normalización de los participantes, que es la mejor forma de integración «no solo en el aspecto laboral, cambian las relaciones personales y el ocio, además de tener independencia económica. Y también les permite tener un rol en la sociedad, con la importancia que eso tiene para el individuo. Además, no solo reciben de la sociedad, ellos también aportan sus cotizaciones».

Y lo que en principio era una visita a un par de empresas, se convierte en un recorrido a todas y cada una de ellas.

Richard, Kiele

Richard trabaja en Kiele «estoy archivando los contratos de las chicas de la fábrica» y está muy contento, nos cuenta, de la labor que desempeña «estoy muy bien aquí. Hoy he entrado a las ocho de la mañana. Además de los contratos tengo que cortar pegatinas hoy y también recibo a los visitantes». Kiko Santos, el responsable de la empresa asegura que «para Kiele es una satisfacción y un compromiso con la sociedad participar en este programa. Queremos que personas como Ricard se involucren en el trabajo y se sienta a gusto. Estamos muy contentos con Richard, se integró desde el primer momento».

Tomás y Ana, Nuestra Señora de Loreto

Tomás y Ana trabajan en el Colegio Nuestra Señora de Loreto, una escuela concertada que gestiona una cooperativa. El primero es el conserje «he estado colocando mesas para cuando empiece el curso en septiembre. En el colegio hago todo lo que me van diciendo, por ejemplo, abrir puertas, sacar la basura, archivar, fotocopiar… lo que me van diciendo». Asegura que está muy contento y se lo pasa muy bien con los compañeros y los maestros «ahora por la pandemia estamos sin chicos, pero con ellos también me lo paso muy bien». Ana está al cargo de la biblioteca del centro. Coloca los libros en las estanterías y hace los préstamos. Está muy contenta y se lleva muy bien con los alumnos y los profesores. Pilar Mateo es la presidenta de la cooperativa que sustenta el colegio «el programa nos da la oportunidad de permitir que personas con discapacidad se sientan útiles en la sociedad». Asegura que están muy contentos con Ana y Tomás y este es el tercer año que la escuela participa en el programa.

Quico, Cabezuelo Foods

Quico se encarga del control de acceso en Cabezuelo Foods, una de las mayores empresas de la localidad. «Mi labor consiste en realizar un control del acceso de todos los vehículos o personas que entren a la empresa». Lleva dos años trabajando en este puesto «es una oportunidad que no hay que desaprovechar, muchas personas con cualquier tipo de discapacidad, puedan tener una formación y una experiencia». Se siente muy contento de poder trabajar en ese puesto y asegura que tanto los compañeros como la compañía lo apoyan mucho en su labor. Sandra Cabezuelo explica que la empresa lleva dos años en el Programa Crea ya que «damos mucha importancia a la responsabilidad social corporativa. Estamos muy contentos con Quico, es el segundo año que repite y está muy integrado en su trabajo y la empresa. Es un beneficio mutuo».

Stephan, Transportes Félix

Setephan, que se ha vestido para la ocasión, nos cuenta que «desde la garita controlo el patio de Transportes Félix a través de las cámaras de seguridad. También doy vueltas por el recito y controlo las vallas y, si puedo, atiendo a algún camionero». Dice sentirse «muy contento por la oportunidad que me han dado. Me siento útil y en esta empresa me siento especial, me tratan genial». Antonio Martínez asegura que para Transportes Félix «ha sido un placer participar en esta iniciativa. Creemos que es muy interesante e importante la integración de las personas con discapacidad en el mundo laboral. Estamos muy contentos con Stephan que lleva a cabo su labor al cien por cien y se ha adaptado muy bien».

David, OTS

Las tareas que lleva a cabo David en el Grupo Asesor OTS «son administrativas, de archivo y de todo lo que haga falta. Estoy aquí para echar una mano en un trabajo que me gusta mucho». Se siente contento con su trabajo «me gusta mucho y me llevo muy muy bien con los compañeros, nos complementamos mucho, somos un buen equipo». Engracia García Alcolado es la responsable del departamento laboral de OTC «este es el segundo año que participamos en el programa Crea. Es una iniciativa inmejorable que sirve para integrarnos todos. Las personas con discapacidad nos ofrecen cosas que no sabíamos».

Daniel, José Manuel Valadés Coaching

Daniel nos cuenta su labor en la empresa «limpio, llevo el Excel y el Word, envío correos electrónicos o archivo». Lleva en la empresa «desde el 2017 hasta la actualidad «y se siente muy contento. Aprendo mucho y me tratan muy bien». Mar Delgado señala que es el tercer año que José Manuel Valadés Coaching participa en el programa Crea «con Dani estamos sumamente contento, no solo por las labores que lleva a cabo, es uno más en el centro que actúa con total libertad. Es un trabajador más».

Javier, Anfit

Anfit es un gimnasio y Javi desarrolla en él «tareas administrativas como los cobros de las cuotas de los clientes, los horarios de clases y, además cumplir el protocolo de la COVID. También hago las inscripciones de los clientes nuevos». En el gimnasio, nos cuenta Javier, hay aforo limitado y las sesiones son con cita previa, algo de lo que él se encarga «solo puede haber entre diez y veinte personas». Lleva desde finales de enero en el puesto «estoy muy contento con el Crea y mis jefes me tratan muy bien».