Feria de Tomelloso

Los anunciantes de un programa de fería de hace casi ochenta años

La publicidad del programa del año 1942 ofrece una buena radiografía de la economía del Tomelloso de entonces

Carlos Moreno | Miércoles, 26 de Agosto del 2020
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Los anunciantes son parte esencial en cualquier programa de ferias. Ellos son los que sufragan el coste de la publicación y los que aprovechan la gran difusión para dar cuenta de sus últimos productos, servicios y novedades. La publicidad tiene un protagonismo importante en la vida económica . El artículo que les ofrecemos nos proporciona una radiografía de cómo estaba constituido el músculo económico del Tomelloso de 1942.

El estilo y las técnicas eran muy diferentes, pero el objetivo era el mismo que ahora: atraer clientes o compradores. Algunas empresas que se anunciaron en el programa de la Feria de 1942 perviven en la actualidad, la mayoría desaparecieron, otras cambiaron de nombre o de dueños.  En otros casos, los anunciantes eran los antecesores de algunos comerciantes y emprendedores que siguen con sus negocios y actividades.

 El primer anuncio con que se topaban los lectores era el de La Unión y El Fénix Español con un mensaje muy explicativo de sus servicios y capacidad. “La organización de esta Compañía está basada en la experiencia de 78 años de actuación, es una de las mejores garantías que puede encontrar el asegurado”. En la contraportada se anunció Coñac Peinado. El término coñac todavía estaba permitido, años después, no, tras la reclamación de la zona vitícola francesa.

Aparecían también los nombres comerciales de una economía muy diversificada:  Muebles Aquilino Ortiz, el Bar Millán, la Fábrica de Harinas Belló, la Farmacia de José Luis Brugada , la Tienda de tejidos, lanas y sedas Francisco de la Santa, la Mercería y Juguetería de Joaquín Díaz Cañadas , la Granja Espinosa, Tejidos Elías Montero, la Ferretería Eugenio Laguna y la Tienda de moda La Madrileña.

Otros de los anunciantes eran el Agente Comercial José Antonio Sánchez (seguros de vida, incendios y accidentes), el Taller mecánico de Ángel Morales, la Zapatería de Masó, el Bar Alhambra, la Droguería y Perfumería Casa José Grande, la Sombrerería Casa Cepeda, Calzados José Salcedo y la Fábrica de Muebles de Luis García Giner.

En una ciudad como Tomelloso, las bodegas, alcoholeras y establecimientos dedicados a la venta de vino eran amplia mayoría: y se reflejaba claramente en el programa de festejos: Vinos Pedro Cuesta, Miguel Palacios Lara (cosechero y exportador de vinos), Hijas de José Antonio Torres (Vinos, mistelas y alcoholes), Vinos y Alcoholes Valentín Casajuana,  Vermout Montañés, José María Olmedo (anís y coñac), Hijo de Pablo Camacho (vinos, alcoholes, mistelas), Miguel Montañés (fábrica de licores y jarabes), Viuda de José Olmedo (vinos, alcoholes y mistelas), Pedro Domecq S.A., Viuda de Felipe Espinosa, la Fábrica de licores y jarabes de Marino Nieto, Viuda de José María Onsurbe, Ramón Vázquez (vinos y holandas) y Viuda de José Vicente Espinosa.

En el programa de 1942 también se anunciaron los Almacenes “San Antonio” de Valentín López Márquez, unos almacenes de azúcares, aceites, cereales y coloniales; la Platería de Román Angulo Martínez, “con su extenso surtido de relojería, platería y aparatos de radio”; el Banco Popular que “realiza toda clase de operaciones de Banca y Bolsa”; Comestibles César Ramírez; Tejidos Ángel Jiménez; la Ferretería de Rafael Negrillo; la Gran Frutería Hermanos Marquina, “especialidad en plátanos”, la Casa de Agustín Belda, fundada en 1900 donde vendía pañería, tejidos, confecciones y muebles; la zapatería “El Capricho”; el taller de muebles de José Bosquet y el  Banco Español de Crédito, que “ejecuta toda clase de operaciones mercantiles y comerciales, especialmente organizado para la financiación de asuntos relacionados con el comercio exterior.

Anuncios que nos descubren una sociedad dinámica, con muchos ramos de actividad, a pesar de los duros tiempos de la posguerra en los que mantener un negocio era una tarea poco menos que titánica. La Farmacia y Laboratorio de Ramón Bolós, la Droguería y Perfumería de Miguel Cañas, Frutas y Hortalizas Hermanos Boluda, Tejidos y Pañería “El Brasil” que regentaba Anibal Talapa Gabaldón ola Casa Austregisilo, que venía ser un pequeño Corte Inglés de la época con mercería, paquetería, bisutería , perfumería y novedades.

En las últimas páginas del programa encontramos al agente comercial Emilio Peinado Salinas, Tejidos Vicente Herrero, la  Fabrica de Harinas Jerónimo Pedrero, Tejidos Jerónimo Belda, el Banco Central, la farmacia de Alberto Penadés, Droguería y Perfumería J.Seisdedos, la Fábrica de Hielo y Gaseosas “San Isidro”, Camisería Rodríguez, Talleres Alfonso, Carnicería y Salchichería Victoriano Ruiz, Ferretería y Coloniales Ángel Soubriet, Carpinteria Víctor Caba, Droguería Francisco Izquierdo, Mercería Ramiro Parra, Bar Lauticia, Almacén de Materiales de Construcción de Antonio Tenorio Oliver, Almacenes Lassere y el Taller de Carruajes Julio Losa. Establecimientos, negocios y empresas inolvidables que daban vida a una ciudad que intentaba remontar el vuelo tras la guerra del 36.


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