“Tendremos una producción en torno a los dos millones de kilos, entre un diez y un quince por ciento más que el año pasado, -explica-. La cosecha se puede calificar de normal, no va a ser tan grande como podría esperarse semanas atrás. La calidad de la uva está siendo muy buena, no está teniendo mucho grado, pero estas noches frescas de finales de agosto y primeros de septiembre ha hecho posible que la cepa descanse y eso contribuye a una buena maduración y coger la uva en su punto óptimo.  Sin duda, vamos a contar  con una buena base para elaborar buenos vinos”.

Valentín asegura que la vendimia no se alargará demasiado en el tiempo. “Las vendimia con maquinas ya supone casi el cincuenta por ciento. La maquina permite realizar la vendimia en el mejor momento posible y en un periodo de tiempo más corto”.

El enólogo de Bodegas Allozo Centro Españolas, curtido en mil batallas y crisis, recomienda a los viticultores que no se pongan excesivamente nerviosos por la situación actual que estamos atravesando. “Es cierto que la pandemia ha afectado de lleno al consumo, por la bajada del turismo, la suspensión de celebraciones y fiestas, no ha habido bodas ni comuniones, ni actos sociales de ningún tipo…Podemos hablar de sesenta millones de personas menos a la hora de consumir vino que no es ninguna broma. El consumo ha bajado en España y también en Asia, Estados Unidos o Europa que siempre es un mercado importante para el sector. Pero no debe cundir el pánico y, aún en tan difíciles circunstancias, hay que defender unos precios razonables que permita mantener la renta de agricultores y bodegas”.

Tiene muy claro que hay que seguir apostando por la calidad, “. Se presenta un otoño-invierno complicado, pero ahora lo importante es que se vaya controlando la pandemia, que vayamos remontando la crisis económica que ha ocasionado y que el sector sepa elegir la mejor estrategia para vender. No podemos vender a lo loco, ni los graneles ni los embotellados, debemos defender bien nuestro producto para que la renta de viticultores y bodegueros se mantenga”, insiste.

Como biólogo, Valentín opina sobre la pandemia que ha afectado a todos los aspectos y sectores. “El descubrimiento de la vacuna tiene sus tiempos, no se puede hacer en un año. Hay muchas fases que pasar y la última será que se aplique sobre un millón de personas para probar su efectividad. Esto lógicamente exige su tiempo. Mientras esto se produce  , si pueden llegar medicamentos que ayuden a paliar los efectos del virus”.

Al final, Miguel Ángel Valentín hace referencia a los treinta años que la bodega cumplirá el próximo año 2021. Tres décadas desarrollando el proyecto Allozo que los mercados han sabido apreciar. “Para celebrarlo queremos sacar un vino especial, siempre que las circunstancias lo permitan. Esperamos que el 2021 sea un buen año en el que la situación vaya mejorando y nuestro sector y los demás vayan recobrando el pulso normal”.