Se trata de una exitosa campaña inmersa en su recta final, al 95% en el caso del melón y al 97% en la sandía, cuya producción ha sido absorbida en casi en su totalidad por el mercado.

La sandía ha sido mucho más demandada y se están comercializando “hasta los polinizadores (las matas que se plantan para atraer a las abejas y aumentar la fecundación y germinación del fruto)”, celebra el presidente de la Interprofesional del Melón y la Sandía de Castilla-La Mancha, Cristóbal Jiménez.

Es un balance “espectacular” para la sandía, que en los últimos siete días no ha registrado cambios en los precios que ya mantenía durante las últimas semanas, con algún descenso en la de segunda categoría, negra y blanca.

La sandía negra sin pepitas de primera y blanca de primera se han pagado en los últimos siete días a entre 40 y 44 céntimos, mientras el kilo de la de segunda negra y blanca se ha movido entre los 0,26 y 0,29 euros.

El melón, señala Jiménez, también ha sido rentable, esta semana con una ligera caída de dos céntimos para el de peor calidad y ya en un estado “estriado (arrugado), aunque de calidad”. Éste se ha vendido a entre 19 y 23 céntimos el kilo, según anotó la lonja, mientras que el extra no se ha movido y ha oscilado entre los 0,41 y 0,44 euros, al igual que se han mantenido intactos los precios de los de primera, con un margen de entre 35 y 38 céntimos por kilo.

SE han vendido estas frutos tradicionales en La Mancha porque “hay consumo y faltan en los lineales” y porque la relación calidad precio es “extraordinaria”.

El también presidente de la lonja Año bueno donde el sector productor, uva no bueno, el almendro salvo ecológica, producimo tecnología cara con trazabilidad y calidad  para mantener la planta viva co productos muy limitados

La producción de cosecha podría cumplirlas previsiones de 210.000 toneladas de melón y 180.000 t de sandía estimadas por la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha al inicio de la comercialización. Es un volumen un 5% menor al de la pasada temporada, vinculado al descenso de las hectáreas sembradas, algo más de 5.850 de melón, y 2.700 hectáreas de sandía.

La Mancha pasará el testigo a principios de octubre a los melones de otros países, como Brasil y Senegal.