De esta manera, y tras ejercitarse en la jornada de este sábado, el Formac Villarrubia volverá el miércoles al trabajo con las pilas cargadas y dispuestos a afrontar de lleno el inicio de la competición. “El miércoles estaremos de vuelta. El descanso nos va a dar un plus de confianza y recuperación. Llevamos 53 sesiones, mucha carga de trabajo y con cuatro o cinco partidos de preparación en las espaldas. El equipo lo merece y lo necesita. Volveremos con las pilas cargadas y, aunque parezca lejos, la liga ya está aquí”, explicaba el entrenador Javi Sánchez. En este sentido, añadía que “hemos empezado con tanto margen que te permite una buena recuperación de esos jugadores lesionados o renqueantes”. 

El pasado miércoles, en el partido ante el CF Talavera, el técnico toledano no pudo contar con Dani Cabezuelo, Toni Seoane, Álvaro Robles ni Christian Beltrán por diversos motivos. 

El central Dani Cabezuelo tuvo un golpe en el pie que se tradujo en una molestia en el abductor de la pierna de apoyo. Tras someterse a unas pruebas, el jugador está en perfectas condiciones y podrá regresar el miércoles al trabajo sin ningún problema.

El que dio el susto fue Álvaro Robles. El meta canario, tras la sesión matinal del miércoles, apareció por la tarde con muletas por un golpe en su tobillo derecho. Finalmente, la cosa quedó en un susto y ya se ha ejercitado aparte de sus compañeros, por lo que la próxima semana se incorporará al trabajo con toda normalidad. 

Otro que se perdió dos encuentros por lesión fue Christian Beltrán. El argentino tuvo una pequeña rotura en el isquio que le ha mantenido al margen de sus compañeros. Una vez superadas sus dolencias, se incorporará al trabajo del grupo.

Por último, el peor de los cuatro ‘tocados’ es Toni Seoane. El cordobés sufre una pequeña rotura en el psoas que le tendrá un par de semanas fuera de los terrenos de juego. Seoane se perdió dos encuentros y la próxima semana comenzará a trabajar al margen del grupo en la recta final de su recuperación.