Tomelloso

Descubriendo a El Obrero en la Posada de los Portales

Francisco Navarro | Sábado, 14 de Noviembre del 2020
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Hasta el domingo 22 de noviembre se puede admirar en la planta superior de la Posada de los Portales una gran exposición sobre Francisco Martínez Ramírez, El Obrero de Tomelloso. La muestra se inauguró coincidiendo con el 150 aniversario de su nacimiento, el 10 de noviembre. El periodista, después de haber recibido tanta información sobre El Obrero necesita paladear un poco más la exposición, recorrer los objetos expuestos y sentir al personaje.

Acompañado por Carlos Moreno, uno llega con un regusto algo amargo. En una de las cosas que coinciden todos los entrevistados (hay más concurrencias) es en que después de luchar por su pueblo titánicamente pasó los últimos años de su vida en la indigencia. Y es que, El Obrero no era de ninguno, nos han contado Rincón, Ropero, Arroyo o Morales, y eso le perjudicó. El maniqueísmo reinante en la política de entonces no iba con él. Esa sensación agridulce se acrecienta, suenan las notas de la Lista de Schindler en el vídeo que hay puesto en la sala de exposiciones.

Como hemos contado, la exposición está dividida en bloques que recorren las distintas etapas de la vida de este prohombre. Su obra literaria, el periódico, el ferrocarril y una fusión de las disciplinas que cultivó como cronista, historiador, biógrafo, emprendedor y escritor.

La luz de la mañana inunda la blanca sala. Frente a la puerta, al otro lado de la pieza, sorprende al visitante una traviesa de la línea Tomelloso-Cinco Casas que descansa junto a la chimenea. Ajado, negro, con cicatrices, el madero es una analogía de la existencia de Francisco Martínez Ramírez.

“El hombre más ilustre de Tomelloso”

El periodista se encuentra con José Luis Albiñana, Pona. Hay un artículo del decano sobre la figura de El Obrero que publicó en Lanza. Tan dicharachero como siempre, a Pona le gusta la exposición y así lo hace saber. En la pared, de la parte en la que se expone como ha recordado Tomelloso a El Obrero, hay artículos reivindicativos de García Pavón (“Ha fallecido el hombre más ilustre de Tomelloso”) y de Juan Ramón Fernández Infantes, en Lanza, alabando la figura de un republicano.  

También se exponen recortes periodísticos y fotos de la inauguración de la estatua dedicada a Francisco Martínez Ramírez y de los homenajes (escasos) que se han hecho a El Obrero en su ciudad. Hay fotografías de los agasajos que le hicieron los escolares de Tomelloso en el centenario de la fundación del periódico en las que se aprecia un monolito de mármol del que está exento actualmente el monumento de El Obrero.

Crónica de Tomelloso

En el centro de la sala hay unas vitrinas en las que se exponen clavos de la vía; las conferencias que sobre el ferrocarril pronunció Martínez, una curiosamente en Bujalance (el pueblo de Jaén de donde eran los refugiados del cuento de Pavón) del 18 de octubre de 1926. Hay billetes de tren, el del último convoy de pasajeros que salió de Tomelloso; balances y memorias contables de la compañía ferroviaria y documentos de El Obrero sobre el tren. Hay otra vitrina con sus publicaciones. También hay novelas de Julio Verne y un par de volúmenes de los Episodios Nacionales regalados por el propio Galdós. Está la biografía del General Aguilera; también hay una foto de Casto y Juana, los caseros que dan título y cuentan la asegunda parte de la Crónica de Tomelloso. No faltan los ensayos de El Obrero sobre la nueva moneda o la reforma monetaria. También está el manuscrito de “Una verdad increíble”, acompañado por una carta de la censura desautorizando su publicación. En la última de las vitrinas hay un curioso plano de un trayecto de tren entre Tomelloso y Villarrobledo.

Mirasol

Hay muchas fotos de Mirasol, la mítica vivienda de El Obrero. De su construcción, de la vida en la villa, de las visitas y, como no, de su declive, que fue parejo al de su dueño como en una novela de Onetti. Mirasol le recuerda al periodista a la casa de Blasco Ibáñez en La Malvarrosa. En las paredes hay muchos testimonios gráficos de la magna obra de El Obrero: el tren. Fotos de la construcción, de inauguraciones; documentos de todas clases. Se expone el flete de la locomotora de gasolina que compró en Estados Unidos. Hay, lógicamente, muchos ejemplares de “El Obrero de Tomelloso y el fatídico documento por el que se suprimía, en 1970, el transporte de viajeros en la línea Tomelloso-Cinco Casas

Como ocurre con tantos, Francisco Martínez Ramírez, fue maltratado por la historia y olvidado por sus vecinos en la última parte de su vida. Hace 150 años del nacimiento de un hombre que ayudo a forjar el Tomelloso que ahora conocemos, mantengamos vivo su recuerdo. 

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