Este Black Friday está siendo muy diferente al de años anteriores. La idea que surgiera en Estados Unidos para revitalizar el comercio el último viernes del mes de noviembre fue acogida de buen grado por un colectivo, que recoge todo lo que suponga oportunidad de relanzar sus negocios. Sin embargo, las oportunidades, promociones y descuentos que se ofrecen se ven afectadas por la pandemia y la crisis estructural de un sector que tiene que hacer frente a poderosos competidores como las grandes superficies o el comercio on line. 

Si pasean por la zona comercial de Tomelloso, comprobarán como las ofertas, promociones y descuentos del Black Friday que se colocan como reclamo en los escaparates. se alternan con los carteles de “se alquila” o “se vende” que han colocado los propietarios de locales vacíos, o los todavía más desalentadores anuncios de “liquidación por cierre” 

Pero no se rinden los  comerciantes, que dan calor, vida y color a la ciudad, con sus vistosos escaparates, comerciantes que cuidan la elegancia de sus establecimientos y ofrecen siempre esa cercanía y buenos consejos que tanto agradecen  sus clientes. Como algunos apuntan, “un click  nunca podrá sustituir al cuidado servicio que ofrece un comerciante de toda la vida”. En esta semana del Black Friday, La Voz de Tomelloso ha recogido sus opiniones.

“Internet no es todo lo ventajoso que se piensa”

Nos acercamos a Papelería Lassere, que ya luce sus tradicionales belenes en su escaparate, imposible no pararse para contemplar esas maravillosas creaciones artesanas. Miguel Ángel Lassere no realiza promociones en estos productos que tienen una temporada muy corta, pero nos deja interesantes reflexiones acerca del gremio. “Desde mi punto de vista particular no me quejo, pero sé que hay gente que lo está pasando francamente mal. Las ventas a través de internet, que no son todo lo ventajosas que la gente cree, siguen haciendo mucho daño. Conozco el caso de una familia que se ha propuesto comprar todos los regalos navideños en el comercio local. A ver si cunde el ejemplo y hay más gente que los imita”. Saliendo del establecimiento nos topamos con otro conocido comerciante de la ciudad, Luis González, de Los Muchachos, que nos dice que “la semana del Black Friday se va notando, aunque poco a poco”.

Nos pasamos por Manza, tienda de ropa en la calle Don Víctor Peñasco, donde Ana nos asegura que “este año se está notando menos el black Friday.  Las cosas están como están y la gente tiene menos ánimo para salir y comprar. Pero curiosamente los descuentos son mejores y además hemos empezado antes, esperemos que la cosa se vaya animando de cara a la campaña de Navidad. Pero es un año muy extraño, sí”.

 No muy lejos de allí está la tienda de telefonía Emotinova. Eugenio tiene claro que el Black Friday supone un cambio de fecha a la hora de hacer las compras. “No es que notemos que se vende mucho más, sino que se vende al final del mes porque la gente espera esta promoción, pero el resto del mes está muy parado. De todos modos, este año la gente está comparando mucho por internet porque es más sencillo de comparar que si vas de tienda en tienda”. El comerciante tiene claro que este Black Friday “será algo más flojo que los anteriores.  En el confinamiento la gente ha cogido más el hábito de pedir cosas a través de internet, tanto los que sabían, como los que no. Han acabado aprendiendo”.

“Nos falta público”

Javier García, de Papelería Moderna, inició el Black Friday el pasado miércoles y lo mantendrá hasta el sábado. “Este año casi todo el mundo ha ampliado días, pero está siendo un año muy atípico y no está resultando tan efectivo como otros. Los que sacan mayor partido son las grandes superficies y plataformas de internet que hacen unas campañas muy agresivas y unas ofertas con las cuales es muy difícil competir. Nosotros lo intentamos, como establecimiento cercano, el típico y tradicional de toda la vida, preparamos nuestras ofertas y promociones, pero todo está más frío. Hay menos público porque la gente sale menos. Toca adaptarnos a las circunstancias y reinventarse continuamente, pero estamos algo cabizbajos porque nos falta público”. 

García espera que el sector se revitalice a medida que se vaya superando la crisis sanitaria, “pero eso todavía no ha llegado y en todo caso habrá que ver lo que queda. Hay sectores que están muy tocados y que les costará recuperar el vuelo. Hace falta mucho más apoyo a un sector que da vida a nuestros pueblos y ciudades”.

A Inma, de la tienda de moda Ágora, le llama la atención como se ha ido aumentando el tiempo de este viernes negro. “El Black Friday era un día, el último viernes de noviembre, una idea de Estados Unidos, que como muchas que vienen de fuera, la cogimos. Pero era un viernes y luego pasó a ser el fin de semana y ahora ya lo hacemos la semana entera. Pero a pesar del esfuerzo que hacemos en descuentos, promociones y en otras muchas iniciativas, ya solo nos queda ponernos a bailar, las tiendas están vacías. Es un poco triste. La cruda realidad es que la gente está con el dedito preparado para cuando empiece el Black Fridey comprar a través de las plataformas de internet. Los gigantes son los que se llevan los beneficios”.

Agora estrenó su nuevo local el pasado mes de marzo, solo una semana antes del confinamiento. “Pusimos mucho esfuerzo e ilusión en esta nueva tienda, pero cada vez lo tenemos más difícil”, concluye diciendo Inma que, sin embargo, pone al mal tiempo buena cara y no pierde esa jovialidad y espíritu optimista que le caracteriza.

Isabel Guerrero, de Joyería Guerrero, se apunta a la estrategia de “mantener descuentos a lo largo de todo el año, no solo en un día o en una semana determinada. Esta ha sido la política del establecimiento desde que lo abriera mi padre y así continuamos. Hagamos lo que hagamos, el problema es internet, no cuando se encarga algo para una tienda pequeña o de barrio, sino para las grandes plataformas de ventas. Si no cambia esta dinámica muchos comercios tendrán que cerrar”.

Resulta interesante recoger la opinión y acciones de EnCaminoo que ayuda al comercio de proximidad con encargos que llevan al domicilio del cliente. “Hemos sacado unos cupones de descuento que aplicamos en nuestra página. Odda, por ejemplo, tiene un 30% de descuento en todos sus productos gracias a estos cupones, Tetrakis un 10% y Ramarsán un dos por uno en hojaldritos. Son buenas ofertas que la gente debe aprovechar”.