En mi anterior articulo LAS
MODAS DEL LENGUAJE. “PERIMETRANDO”, en el que me refería a los confinamientos, escribía:
“El DRAE, ¿tal vez por entender que la
declaración de confinamiento establece
su duración y llegada ésta desaparece automáticamente?, no ha incorporado el
verbo “desconfinar” a pesar de que, evidentemente, puede tener lugar antes de
que se cumpla el plazo inicialmente establecido”.
No voy a presumir de que los
académicos de la lengua hayan leído mi velada crítica a su omisión, pues la
incorporación al DRAE o DEL, previa
aceptación de palabras nuevas, lleva su trámite de propuesta, documentación, y
debate, pero lo cierto es que cuando hoy consulto ese
gran código o santoral de nuestra lengua,
me encuentro con la noticia siguiente: “«Emoji», «suricata», «desconfinar» o
«berlanguiano» son algunas de las nuevas palabras que se han incorporado en la
actualización 23.4 del «Diccionario de la lengua española». Descúbralas aquí: http://ow.ly/UxED50Ctje2 .”
Acudo a la página y me entero de que “Esta nueva actualización cuenta con 2557 novedades, tanto enmiendas como
adiciones, que han sido incluidas en la edición digital del Diccionario
de la lengua española, accesible a través de la plataforma en línea www.dle.rae.es.
Y, que “La crisis sanitaria, que ha golpeado a
escala global este año 2020, es también protagonista de la nueva actualización.
Se incorporan al DLE las entradas referentes a los términos coronavirus, COVID, desconfinar, desescalada
o distótico.
Claro, inmediatamente acudo a
comprobar desconfinar, a la cual mi corrector de errores gramaticales, aún no
al día, me subraya en rojo, y me
encuentro con su efectiva canonización o elevación a los altares de la lengua
con el siguiente significado:
“desconfinar:1. tr. Levantar las medidas de confinamiento impuestas a una población, o a parte de ella, en un territorio
u otro lugar. U. t. c. intr. y c. prnl.”
Y veo, también, una enmienda a
la acepción “mascarilla. … ‖ 2. [Enmienda de acepción]. f. Máscara que cubre la boca
y la nariz de su portador para protegerlo de la inhalación y evitar la
exhalación de posibles agentes patógenos, tóxicos o nocivos. Mascarilla
quirúrgica, sanitaria.”
Conozco,
aunque no manejo, el uso de esos dibujitos que me mandan, especialmente mis
nietas, por el correo electrónico, para
expresar una idea, un sentimiento, etc. ahorrándose escribirla, y cuya batería
duerme virgen en mi teléfono, que denominan emojis (también mi corrector me la subraya en rojo).
Pues asimismo ha ascendido a los cielos de la lengua oficial. En DLE la define
así:
“emoji Del jap. emoji, y este de e 'dibujo'y moji 'carácter,signo de
escritura'. 1. m. Pequeña imagen o icono digital que se usa en las comunicaciones electrónicas para representar unaemoción, un objeto, una idea, etc.”
Mas entendible es el adjetivo berlanguiano, na, que recoge con dos acepciones, ambas en base
al gran cineasta español:
1. adj. Perteneciente o relativo a Luis
García Berlanga, cineasta español, o a su obra. Estudios
berlanguianos.
2. adj. Que tiene rasgos característicos de la obra de Luis
García Berlanga. Una situación berlanguiana.
Y no podía ser menos que Berlanga, don Benito
Pérez Galdós, cuyo centenario se ha
celebrado este 2020, al cumplirse los cien años de su muerte. La Academia
incorpora al DEL, igualmente, las dos siguientes acepciones:
“galdosismo. [Adición de
artículo]. m. 1. Influencia de la obra de Benito Pérez Galdós, escritor
español, en la literatura, en el pensamiento y en las artes. ‖ 2. Dedicación al
estudio de la vida y la obra de Benito Pérez Galdós.
galdosista. [Adición de
artículo]. adj. 1. Perteneciente o relativo a Benito Pérez Galdós, escritor
español. ● m. y f. 2. Especialista en la vida y la obra de Benito Pérez Galdós.”
Mi
desconcierto viene de la mano de la cuarta palabra admitida, la cual creía no haber oído ni leído nunca,
lo que tampoco es extraño dada mi ignorancia en materias de zoología.
Sí me sonaba “suripanta: (f. despect. Mujer ruin, moralmente despreciable. O
2. f. desus. Mujer que actuaba de corista o de comparsa en el teatro”), a la cual creí que se refería con
alguna nueva acepción. Pero no. Una “suricata, del lat. cient. Suricata, y este del fr. Suricate, voz de or. Africano,
es un mamífero del sur de África,
similar a la mangosta, con pelaje de color negro alrededor de los
ojos”.
Después de consultar en Wikipedia y ver sus simpáticas
fotografías, sí las reconozco por haberlas visto en los documentales de la 2 e
imploro su perdón por no haber retenido su nombre y, sobre todo por mi
confusión con las suripantas.
El 2020 nos deja la friolera de las expresadas 2557 palabras y acepciones nuevas, entre ellas las mencionadas. A ver si definitivamente llega el santo advenimiento de la vacuna anti COVID, nos desconfinan total y definitivamente y podemos abandonar las mascarillas. Amén.
Juan José Sánchez Ondal
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Jueves, 25 de Abril del 2024
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