Opinión

Las infraestructuras en Castilla-La Mancha. Crisis y oportunidad

José Manuel Labrador, secretario de Comunicación I | Miércoles, 16 de Diciembre del 2020
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El déficit de infraestructuras en Castilla-La Mancha es una realidad que la Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y de la Ingeniería Civil se ha encargado de cuantificar: “las necesidades de inversión total anuales en Castilla-La Mancha durante, al menos, los próximos 10 años se cifran en más de 710 millones de euros por año”. Se trata de inversiones relacionadas con  infraestructuras de transporte y del ciclo integral del agua principalmente. Al Presidente de Castilla-La Mancha, García-Page, parece no importarle mucho esta necesidad a tenor de la inversión regional licitada en este tipo de infraestructuras, que en 2019 fue inferior a 10 millones de euros ¡para toda la región!

Durante esta pandemia, el Partido Popular de Castilla-La Mancha, con nuestro Presidente Paco Núñez al frente, hemos mantenido reuniones con diferentes colectivos del sector, arquitectos, aparejadores, ingenieros de caminos e industriales, empresarios de la construcción y todos han coincidido en la misma necesidad de la reactivación de la obra pública. La inversión en obra pública va a ser clave para iniciar la recuperación de la crisis económica que está generando la pandemia del Coronavirus, por el empleo que genera, porque sirve de efecto multiplicador en la reactivación de la economía en su conjunto y porque con este tipo de inversiones se recupera hasta un 40% en  retornos fiscales. Pero parece que Page tampoco quiere escuchar a estos colectivos profesionales,  ya que desde enero a agosto de este año la inversión regional en obra pública ha bajado en más de 50% respecto al mismo periodo del año anterior, 20 puntos más que la media nacional.

La parálisis de inversión en  infraestructuras de transporte que padece nuestra región, realmente afecta a la movilidad de los castellano manchegos y por tanto a su calidad de vida, tanto en las, tan prometidas como paralizadas, inversiones en autovías que conecten todas las provincias como en la conservación y mantenimiento de las carreteras. En las últimas semanas la Asociación Española de la Carretera ha hecho público su informe anual sobre el estado de las carreteras, concluyendo que el estado de conservación de las carreteras en Castilla-La Mancha es deficiente, siendo necesaria una inversión de 934 millones de euros, lo que hace que sea la tercera región de España que requieren mayor inversión en mejorar sus vías.

En obras hidráulicas la situación no es mejor, cabe destacar la urgencia de inversión en depuración para dar cumplimiento a la Directiva Marco del Agua, debiendo actuar en 600 depuradoras de la región entre obras de mejora y de nueva construcción. También son urgentes obras en regadíos, en sistemas de abastecimiento de agua y la continuación de la Tubería Manchega. La solución de Page para solucionar este problema inversor ha sido la creación del “impuestazo del agua” un nuevo impuesto estrella que afectará a todas las familias y empresas de nuestra región.

Castilla-La Mancha presenta una situación geográfica privilegiada para el desarrollo de actividades logísticas, lo que unido a la longitud de la red de carreteras de nuestra región y que el 90% del transporte de mercancías en España se realiza por carretera, pone de manifiesto el gran potencial de nuestra región para el transporte y la logística. Potencial que no parece apreciar el gobierno regional socialista, a pesar del ejemplo de los corredores del Henares y La Sagra que tanto beneficio empresarial y económico han aportado a la región. Paralizadas están las necesarias inversiones en las plataformas logísticas de Talavera de la Reina, Alcázar de San Juan o de Albacete. Page repite los mismo anuncios y promesas sobre estas plataformas pero la realidad es que no se produce ningún avance más allá del esperpento de  la primera piedra virtual que Page tuvo la desfachatez de hacer con la plataforma logística de Alcázar de San Juan.

Pero en transporte, no solo hay problemas en inversiones, en los últimos meses hemos podido comprobar cómo se ha deteriorado notablemente el servicio de transporte de viajeros en Castilla-La Mancha. Se han reducido y eliminado frecuencias del transporte público regular en toda la región, y se han agravado los problemas del sector del taxi, especialmente el rural, sin una legislación clara que los regule como en las áreas de prestación conjunta. Este problema afecta sobre todo a comarcas con baja densidad de población y es importantísimo para luchar contra la despoblación. Por eso en el último Debate del Estado de la Región celebrado, Paco Núñez pidió que se restablecieran de inmediato todas las líneas de transporte regular.

Este déficit de inversiones en infraestructuras en Castilla-La Mancha es una realidad que nos aboca a ser una región “furgón de cola”. Esta situación parece no afectar al gobierno socialista de Emiliano García-Page, que antes de la pandemia venía destinando todos los años una pírrica inversión en obra pública. Durante la pandemia del Coronavirus, Page se ha dedicado a faltar el respeto a los profesores, a los sanitarios, a nuestros mayores de las residencias, a los alcaldes y ahora parece que quiere dar la espalda a todos los colectivos regionales y colegios profesionales del sector Fomento, que coinciden en la inversión en obra pública como elemento clave para la recuperación económica.

Es urgente que Page reaccione, que dé un giro de 180 grados y tome conciencia de esta necesidad inversora. El presupuesto para el año 2021 y la gestión de los fondos europeos para la recuperación económica por parte de las autonomías, nos presentan una oportunidad para equilibrar este déficit de infraestructuras y para iniciar la recuperación, una oportunidad que Castilla-La Mancha no puede permitirse desaprovechar. Desde el Partido Popular con nuestro Presidente Paco Núñez, vamos a seguir escuchando a todos los colectivos de este sector, vamos a seguir trabajando por el desarrollo económico y social de Castilla-La Mancha, por su reindustrialización y transformación digital y porque nuestra región cuente con unas infraestructuras sostenibles, eficientes, funcionales y resilientes.



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