El sorteo de Navidad de la Lotería Nacional no ha dejado ninguno de los premios importantes en la ciudad de Tomelloso. A falta de “pedreas” y reintegros, las administraciones de la localidad manchega no han despachado ninguno de los cinco premios del sorteo más esperado del año.

Hemos visitado dos de los puntos de venta de la lotería en Tomelloso a primera hora de la mañana, con la ilusión intacta. Una ilusión que, conforme transcurría la jornada, ha dado paso a darle importancia a la salud. La Administración número 2, la decana de la ciudad y el Bar Avenida, otro de los locales populares de lotería y quinielas. Al contrario que el Avenida, que ha descendido, la número 2 ha vendido cerca del 20 por ciento más que el año pasado.

Aumento de la venta en la Administración número 2

La administración de loterías número 2 de Tomelloso es la más señera de la ciudad. Situado en la calle Francisco García Pavón, el establecimiento estaba abierto este martes desde bien temprano. Las responsables de la administración lotera nos explican —mientras de fondo se oía el soniquete de los niños de San Ildefonso— que, a pesar de las previsiones, la venta ha aumentado este año en una cifra cercana al 20 por ciento con respecto al año pasado. Aunque, aseguran que “se ha vendido menos en ventanilla” debido a la situación sanitaria. Han sido las asociaciones, hermandades, peñas y colectivos quienes han tirado de la venta de décimos, muchos de ellos convertidos en participaciones.

Por internet se ha vendido “mucho más” y también por correo, nos cuenta, Sonia, Eva y María.  Parece ser que en los lugares en los que ocurre alguna tragedia aumenta la compra de lotería, no olvidemos que Tomelloso estuvo en el ojo del huracán durante la primera ola de la pandemia. También nos hacen notar que este año, al no haber habido salidas de vacaciones, el público ha comprado la lotería de Navidad en su localidad “hay quien piensa que adquiriendo la lotería de fuera va a tocar más, pero están todos los números en el bombo”

El 5 y el 7 son las preferencias de los tomelloseros para las terminaciones, “el 13 también nos lo piden mucho, pero no nos lo mandan, aunque solo ha salido una vez”. La tecnología permite que se pueda vender cualquier número a través del terminal y es mucha la gente que lo trae ya elegido.

Menos venta en el Bar Avenida

Otro de los lugares más tradicionales de venta de lotería en Tomelloso es el Bar Avenida. El popular establecimiento tiene un apartado de venta de lotería y de todo tipo de apuestas: primitiva, bonoloto, quinielas…y ahora la Lotería de Navidad que siempre provoca un plus de esperanza entre los que buscan la suerte.

Tres generaciones han llevado este negocio accesorio al del bar. Empezó su fundador, Alejandro Carretero y ahora continua su hija Mari Carmen y su nieta, también Mari Carmen que será quien atienda al periodista que la aborda en plena faena. Atienden a los compradores con una cercanía que la gente agradece. ¡Bueno, a ver si nos toca!, suele escucharse.

En esta mañana del 22 de diciembre, los clientes dan cuenta de sus cafés y desayuno con los ojos muy atentos en el sorteo. “Este año se ha vendido un poquito menos. Se nota que la situación económica de la gente no es la mejor.  La lotería va saliendo, pero este año ha costado algo más”, señala Mari Carmen Jareño que también nos cuenta que “la gente suele animarse más a última hora, pero la situación es la que es”.

La vendedora conoce de las preferencias y esas “manías loteras” de algunos clientes. “Hay gente que se decanta por los números pares, otros prefieren los impares. Se buscan también números capicúas y sobre todo el número de este año y otros números que la gente pueda tener en su cabeza, sí los tenemos se los servimos gustosamente”, dice.

Mari Carmen agradece la fidelidad de clientes “que llevan viniendo ya desde los tiempos que estaba mi abuelo, aunque, por desgracia, en esta pandemia hay clientes que nos han dejado. También nos llegan encargos de gente de fuera que busca determinados números”, explica.

Venden décimos de asociaciones que, como suele ser habitual, llevan el recargo popularmente conocido como momio. “Colaboramos y ayudamos en todo lo que podemos. Hemos vendido papeletas del Hospital y también de la Iglesia. Es cierto que el recargo frena las ventas, sobre todo cuando los décimos se venden a 23 euros. Si se venden a 22, fíjate es solo un euro de diferencia, la venta es mucho más fluida”.

Los clientes esperan y el periodista da por finalizada la pequeña entrevista con la vendedora. De fondo, se siguen escuchando a los niños de San Ildefonso cantar los números. Imagino por un momento, la alegría desbordante que se provocaría en el bar si cayera alguno de los premios. De momento, no ha habido suerte, pero aún quedan premios importantes por salir.