─¿De qué se ríe usted? ─dijo el jefe de la Guardia Municipal de Tomelloso, mosqueado.
─De lo del mar. Tú que no lo has visto…
─No
me lo recuerde. Es una espina que llevo clavada en el corazón. De este
año no pasa; al remate de vendimia, cojo a la mujer y a la chica y nos
vamos a Alicante.
─Ya estamos al remate de vendimia ─dijo con sorna el albéitar.
─Bueno, quiero decir más adelante.
─Mira,
Manuel, como el vino nuevo tome buen precio, palabra de honor que soy
yo quien os lleva a Alicante… Doy cualquier cosa por ver la cara que
ponéis al ver la inmensidad...
─No será usted capaz…
─¡Vaya que sí!
─El mar… ─Y Plinio quedó pensativo─. Nunca me lo imagino.
FRANCISCO GARCÍA PAVÓN
Historias de Plinio. El charco de sangre
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Jueves, 28 de Marzo del 2024
Jueves, 28 de Marzo del 2024