Es un hecho que la era digital ha condicionado nuestro modo de vida, de ser un pasatiempo que se fue implementando en nuestra rutina diaria a ser una dependencia que nos aísla de nuestro alrededor. La “Generación Z” es la que lo ha sufrido de lleno, en un rápido análisis que se puede hacer navegando por las redes, si miramos con detenimiento podemos apreciar ciertas cosas llamativas, por ejemplo: Una falsa realidad que trata de mostrar la gente tal vez para conseguir cierta aprobación/validación y así subir su ego o autoestima, algunas cosas como; compartir fotos de vehículos de alta gama propios o de desconocidos; fotos realizando ciertas poses para no mostrar nuestro cuerpo como tal y tratar de que parezca un cuerpo atlético; imágenes de lugares visitados con los que tener que demostrar el statu quo y entre otras cosas.

Ello puede acabar derivando a que cada vez más personas sufren de dependencia emocional de las redes, conseguir un “like” más o uno menos para algunos se puede traducir como que puedan estar tristes o felices, esto se puede tornar en problemas más graves como la aparición de problemas mentales.

Nos hace llegar a la conclusión de que tal vez los jóvenes parece que vivimos en una falsa y cruda realidad alterna de la que parece complicado escapar una vez que te sumerges en ella.

Y esto tiene obviamente efectos negativos que nacen de ello. Cada vez más jóvenes miran a otro lado en los problemas sociales de sus entornos, quizá lo que quieran es tener a la gente distraída de los problemas de verdad, pero si en un caso es así, parece que lo están consiguiendo, por ejemplo; se ha observado una clara desvinculación política por parte de este público; las noticias falsas que nos asedian cada día son interiorizadas sin tratar de contrastar esta información o punto de vista; sin irnos muy lejos una muestra de ello es que aquí se hayan problemas sociales como la grave situación que vivió ELDER o la lenta y fría despoblación que está sufriendo Tomelloso e incluso este mismo verano la precaria situación de los temporeros que se asentaron aquí, son pocos los que se posicionan o muestran cierto compromiso antes estos problemas cuando debemos mostrar una unión y fuerza ante estas adversidades.

Todo lo mencionado anteriormente es solo un breve y superficial análisis de los diversos problemas que traen consigo las redes los cuales deberían ser abordados, además nos han robado el espíritu luchador y nos han ablandado a los jóvenes que somos los que debemos estar a pie de cañón luchando por las injusticias sociales, pero en vez de ello invierten el tiempo pensando en que canción del momento compartir para ser uno más.

Parece que cada vez resulta más complicado ver gente que quiera cambiar las cosas, pero anhelo que algún día eso sea al revés.