Media hora después de su apertura, el público empieza a llegar a la farmacia de Raquel Alcolea donde siempre encuentran un buen asesoramiento profesional y un trato exquisito por parte de las empleadas. En tiempos de pandemia, todas las medidas de seguridad se cumplen a rajatabla en un gremio que ha jugado un papel esencial en estos duros meses. La Farmacia cumplirá diez años el próximo mes de marzo y ese será también uno de los motivos de esta entrevista con Raquel Alcolea, siempre cercana y amable.

-¿Cómo ha sido este año de pandemia para la farmacia de Raquel Alcolea?

-Cuando llegó la pandemia nos pilló a todos por sorpresa. Nuestro colectivo se agobió mucho al principio porque la farmacia es el primer escalón al que acuden los pacientes cuando tienen un problema de salud, sobre todo problemas respiratorios. En esos momentos no se podía ir a los centros de salud y se facilitaron unos teléfonos que no siempre estaban disponibles, de este modo los farmacéuticos fuimos los primeros profesionales que nos encontrábamos con los pacientes. Les dimos todo nuestro apoyo profesional e incluso llamamos nosotros a los teléfonos  para intentar aclarar las dudas de los pacientes. Algunos se encontraban tan mal que ni siquiera tenían fuerzas para llamar. Hemos tenido mucho impacto emocional. 

-Ustedes han estado en primera línea de fuego y han tenido que lamentar, no ya solo contagios, sino la muerte de algunos de sus compañeros…

-Lamentablemente ha sido así. Hemos estado en primera línea y lógicamente tuvimos que tomar medidas de distancia, de prevención con las mamparas y los guantes que no encontrábamos al principio. También hicimos una búsqueda incansable de mascarillas, pero no había por ningún sitio. Perdimos a compañeros porque teníamos un contacto directo con las personas y al principio no teníamos mamparas. Entraba alguien tosiendo y nos decíamos, “es imposible que no nos contagiemos”. Fueron días duros. 

-Ustedes reivindican ayudar, tanto la hora de realizar test como en  el proceso de vacunación, algo que parece lógico y razonable, ¿no cree?

-Desde el primer momento nos ofrecimos para ayudar a la administración. De hecho, solicitamos  la prolongación de los tratamientos crónicos en la receta electrónica con el fin de que la gente tuviera más facilidad para obtener su medicación y se hizo. También solicitamos que se nos autorizara dispensar mascarillas a coste cero, que también se hizo; pedimos la bajada del Iva de las mascarillas. Y sobre la posibilidad de realizar los test en las oficinas de farmacia, creo que somos profesionales capacitados  técnicamente para poder hacerlos. Otra cosa distinta es que todas las oficinas de farmacia tengan la infraestructura adecuada para ello. Pero muchas si reúnen las condiciones y podrían contribuir a descongestionar el sistema sanitario. 

-Y para la vacunación también podrían resultar muy útil su ayuda…

-Lo primero que hay que decir es que debemos fiarnos al cien por cien de las que han sido aprobadas por la Agencia Europea del Medicamento. Y por supuesto no nos importaría vacunar para agilizar el proceso. Cada vacuna tiene sus cualidades de función, pero con el asesoramiento adecuado la podríamos administrar sin ningún problema. 

-Ha quedado demostrado que el farmacéutico  presta siempre una valiosa ayuda por la cercanía y complicidad con sus clientes, ¿no cree?

-Hemos resuelto problemas de todo tipo a los pacientes. Cuando no se tomaba la tensión en los centros de salud, nosotros hemos seguido tomando la tensión o haciendo pruebas de glucosa a diabéticos que tenían muchas dudas, todo con las medidas preventivas que había que adoptar y protegiéndonos adecuadamente, por nosotros y por las personas que atendíamos. Hemos prestado una ayuda importante a las personas, no solo profesional, sino también emocional , tranquilizando siempre a la gente.

-Este virus nos dice que la vida a partir de ahora no será igual, ¿comparte esta aseveración?

-Hay cosas que ya se van a quedar para siempre. El uso de la mascarilla se va a quedar, no en todos los momentos, pero cuando vayamos a un concierto o un partido de fútbol, tendremos que llevarla. Los virus respiratorios están en el ambiente y tendremos que ser muy precavidos. Nosotros seguiremos dando consejos e incidiendo en la importancia que se cumplan las medidas de distancia socia, higiene, el uso de la mascarilla…Ojala nos vacunemos todos los antes posible, pero hay que recordar que el virus no va a desaparecer, ha venido para quedarse y no se sabe como evolucionará. No se puede bajar la guardia.

-Diez años después de su llegada a Tomelloso, ¿qué balance realiza?

-Ha sido muy enriquecedor y estoy muy contenta de cómo han ido las cosas. La gente de Tomelloso es una gente buena, va con la verdad por delante y concretamente en el barrio que nos encontramos hemos conectado muy bien, aunque también viene gente de otras zonas de la ciudad.  Me gusta mucho el contacto con el público y, sobre todo, resolverle el problema que nos haya planteado. Los farmacéuticos estamos para ayudar a la gente.

-Realizamos esta entrevista en el Día de la Mujer Científica, ¿Qué le sugiere esta celebración?

-Las mujeres han realizado una valiosa aportación al mundo de la ciencia. Mujeres inteligentes, preparadas, con mucho talento a las que se les ha reconocido su gran trabajo en el mundo de la investigación. Ha habido mujeres que han tenido que sortear muchos obstáculos, pero la mujer ha ido escalando y ahí están sus logros. En este gremio, al igual que en otros, la mujer ha tenido que luchar por su pleno reconocimiento, pero está claro que tiene las mismas capacidades que el hombre