“Levántate” es el singular título del primer libro de poemas
de Carmen Redondo. El poemario, publicado por Editorial Ringo Rango, salió a la
calle hace dos semanas. Es un canto a “a la vida y a la esperanza. Pero sobre
todo un canto al amor”. El volumen, con una edición muy cuidada e ilustraciones
de Mari del Olmo, es una recopilación de los escritos que han ayudado a la
autora a “conocerse y a poner en orden su forma de entender la vida y el amor”.
La autora está muy contenta —y eso se nota durante toda la
entrevista— con “Levántate”, asegura que la primera edición la ha agotado en
una semana y ha tenido que encargar otra. Carmen Pilar Redondo es insultantemente
joven, nació en Tomelloso en 1997 y está acabando Arquitectura y Diseño
Integral. Escribe desde los 15 años —inspirada por Pilar Valentín, cuenta al
periodista—, en 2018 ganó el Premio Local de Poesía Ángel López Martínez de la
Fiesta de las Letras de Tomelloso con “Con los pies descalzos”. Charlamos en el Café de la Glorieta del
libro, de su carrera literaria y, sobre todo, de poesía.
—“Levántate” es un título muy acorde con la situación que
estamos viviendo ¿Cómo surgió?
—La idea del libro me surgió en mayo, cuando ya se empezaba
a ver un poco la luz. En septiembre empecé a recopilar los textos y a darle la
estructura. La cosa ha ido muy rápida, empecé a buscar editorial y enseguida
fueron varias las que contactaron conmigo. Pude elegir la que más me gustó, que
fue Ringo Rango, y en un par de meses ya estaba en la calle.
Efectivamente, el título refleja un poco ese final del
camino que he intentado darle al poemario. Creo que en los textos de “Levántate”
hay mucha esperanza, muchas ganas de salir, de buscar nuevas oportunidades. Insisto
en que es un libro muy esperanzador en el que todo gira en torno al amor.
—¿Ha compuesto los textos del libro durante la pandemia y
el confinamiento o los tenía ya escritos?
—El libro es una recopilación de todo lo que he ido
escribiendo. Empecé con 15 años y a escribir poesía a los 18 o 19. He reunido
los textos que encajaban con lo que quería transmitir en el libro. La mayoría
están escritos en los tres o cuatro últimos años.
—Es el primer poemario que publica, ¿ha participado en
algún libro colaborativo?
—Sí, participé en una antología titulada “Tren sin parada”.
Durante dos años y medio estuve en el colectivo de escritores Letras y
poesía y elaboramos una antología que también giraba en torno al amor.
—Usted tiene un blog, ¿no es cierto?
—Últimamente lo tengo un poco abandonado. Se llama La
llamada del viento y ahí voy publicando, conforme puedo, poesía o textos
más reflexivos. También publico poemas en Instagram y Facebook.
—En 2018 ganó el Premio Local de Poesía de la Fiesta de
las Letras con “Los pies descalzos”, ¿qué supuso para usted el galardón?
—Lo veo como un punto de partida para este libro. Fue un
impulso muy grande para llegar a este momento. Era el primer poema que
presentaba a un concurso y, de repente, ganar y, sobre todo, ver que a la gente
le gustaba, se emocionaba leyéndolo, me animó mucho a seguir escribiendo. Y a
seguir compartiendo lo que escribía, que es algo que me ha costado mucho.
Siempre he escrito para mí, ha sido una terapia y la forma de conocerme a mí
misma. Pero el hecho de ver que compartiendo lo que escribía podía llegar a la
gente, emocionar o ayudar, fue un impulso.
—¿Es la poesía un género de minorías? ¿Se lee poesía?
—Creo que ahora está empezando a leerse más.
—¿Es más fácil ahora con los llamados poetas de Instagram?
—Sí, llega a más gente. Además, hay mucha gente joven
escribiendo poesía y que al compartirla por las redes sociales tiene un mayor
alcance. Eso hace que se estén publicando más libros.
—¿Qué autores le gustan?
—Me gusta mucho la canción de autor, suelo escuchar mucho a
Iván Ferreiro, Andrés Suarez o Marwan. Son cantautores que tienen letras que son
poesía. También Benjamín Prado, Luis García Montero o Elvira Sastre.
—¿Dónde se inspira?
—Me gusta mucho escribir en un parque. La conexión con la
naturaleza me inspira mucho, me da mucha paz.
—¿En qué se inspira?
—Escribo mucho de amor. Por otro lado, me estoy dando cuenta
que ahora escribo mucho sobre conocerse una misma.
—El libro la ha ilustrado Mari del Olmo.
—Ha sido un regalo poder haber ilustrado el libro con ella,
somo amigas de hace muchos años. Me conoce perfectamente y sabe lo que he
querido reflejar.
—¿Está preparando algún proyecto literario nuevo?
—Ahora mismo estoy digiriendo este.
—¿Va a presentar el libro en Tomelloso?
—Por supuesto. Quiero
hacer una presentación en Tomelloso, pero no sé cuando se podrá por las
restricciones. Tal vez a finales de abril o principios de mayo.
—En Tomelloso hay una generación de poetas jóvenes que
viene empujando fuerte.
—Siempre ha habido una importante tradición literaria en
Tomelloso. Hay muchos autores jóvenes que están publicando, tanto poesía como novela.
Aparte de la tradición de los Eladio Cabañero, Félix Grande o Pavón, sigue
manteniéndose ese amor por la literatura en los más jóvenes.
—¿Puede ayudar la poesía en una época tan complicada como
la que estamos viviendo?
—No tengo la menor duda de ello. Igual que a mí me ha
ayudado, puede ayudar a otros. Esa circunstancia me anima mucho a compartir lo
que escribo. Puedes estar pasado una época o un momento de oscuridad y leer un
poema con el que identificas, te emociona y te lleva a reflexionar.
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Sábado, 23 de Noviembre del 2024
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