A los ocho minutos de adelantaron los visitantes. Iván Cabellud disparó con intención en el arranque, Zárraga rechazó y el balón que quedó franco para el delantero que no perdonó.

Aunque sin generar ocasiones claras, el Villarrobledo se hizo con el mando del partido. Cerca de la media hora llegó la polémica. Carmelo se adelantó a un defensor y recibió un pisotón dentro del área que el colegiado no consideró que fuera pena máxima. Las protestas airadas del banquillo local le costaron la expulsión al técnico rojillo.

Hasta el descanso siguió dominando un Villarrobledo que no conseguía hacer daño a un Villanovense  bien posicionado, con líneas juntas y futbolistas muy solidarios. Al descanso, 0-1, y muchos aficionados locales seguían lamentándose de ese posible penalti sobre Carmelo. 

A los 4 minutos de la reanudación el panorama se complicó todavía más para el Villarrobledo. Edu tocó la pelota con la mano dentro del área. Un penalti claro que transformó Bonaque. El 0-2 era ya una montaña demasiado elevada para los de casa. 

Pero el  Villarrobledo, que tiene sus limitaciones, quiso competir con orgullo y casta y no entregó la cuchara. En el tiempo de descuento,  los albaceteños recortaron distancias. Carmelo se hizo con el balón en la frontal y su internada en el área desembocó en una magnífico disparo cruzado que llevó el balón a las mallas.

Era el 1-2 y apenas quedaba espacio para la sorpresa, pero Rubén Sánchez pudo conseguir el empate en la última jugada del partido, con un disparo desde fuera del área que se marchó fuera por muy poco. Con esta nueva derrota, la salvación del Villarrobledo se ve un poco más lejos.