Quisiera que me contaras
por qué nunca te convenzo,
y ya casi me avergüenzo
cundo nos vemos las caras.
Pienso que si me escucharas
con deseo de entenderme,
y no de dejarme inerme
por oír cosas muy raras,
terminarías sabiendo
en qué estriba mi razón
cuando te estoy requiriendo,
y que es esta mi ilusión;
lo hago por si un día consigo
la que sería mi gloria,
(no hallaría mejor historia)
pero no por ser tu amigo,
sino ser tu enamorado,
y además lo que te pido
es verme correspondido,
que mi ruego sea escuchado.
Te requiero por tu forma
y por tu modo de ser,
porque me des tu querer,
que lo tendría por norma,
como camino a seguir
para poder agradarte,
para ver de ilusionarte
dedicándome a servir
tu más mínimo deseo,
tus más nimias ilusiones,
tus nobles aspiraciones
en las que yo también creo.
Y de ese modo, criatura,
lo repetiré en la reja,
formaríamos pareja
de esas de ánima pura
y costumbres ortodoxas,
del modo que te mereces,
que eres buena hasta con creces
en más de mil y cien cosas.
Por eso, si un día oyeras
lo que me avengo a decirte,
que pudiera convenirte
si es que de mí lo creyeras.
En caso que desconfíes,
anímate y di tus credos,
pon para saber tus miedos
los puntos sobre las íes,
y todo lo que en total
consideres necesario
para que tu alma en su almario
viva bien hasta el final.
Considéralo un favor,
un regalo que te ruego,
no lo dejes para luego,
concédeme ya tu amor.
{{comentario.contenido}}
"{{comentariohijo.contenido}}"
Martes, 23 de Abril del 2024
Martes, 23 de Abril del 2024