No empezó bien la tarde con el gol pucelano, pero se acabó arreglando con la remontada que firmaron Ángel Correa y Luis Suarez. Los goles se celebraron con rabia y emoción. Nada mas terminar el partido, en los exteriores del bar, se lanzaron los primeros petardos y bengalas. Los atléticos tomaron después la plaza de España donde se hicieron fotos de grupos, se entonaron cánticos, se lanzaron más bengalas y algún que otro petardo bajo la atenta mirada de la Policía que no tuvo que intervenir porque todo se desarrolló con bastante orden y concierto. Las caras reflejaban la alegría de unos aficionados que celebraban una liga muy trabajada. Casi todos iban ataviados con la camisola rojiblanca.

El siguiente paso de la celebración sería una caravana de coches por las principales avenidas de la ciudad. En el punto de quedada, en las inmediaciones de la Ciudad Deportiva, se quemo una pequeña traca. Sonaron sin cesar los pitos de los coches; las banderas y bufandas rojiblancas asomaban por las ventanas y se escuchaba el himno del club. La caravana hizo parada en la estatua de El Obrero para colocarle una bufanda rojiblanca y posteriormente los distintos grupos de atléticos celebraron la victoria en distintos bares y locales. Así fue la fiesta colchonera tras la 11ª liga del Atleti. Como ellos dicen, "nunca dejes de creer".