Tras hacer un buen papel en la primera prueba y evitar la expulsión, María enfocaba el cocinado de exteriores en los Cines de Callao, en Madrid, como un nuevo e ilusionante reto. Lo que no sabía es que dicho reto le llevaría al límite. Con la mitad del tiempo consumido, un resbalón de Fran hizo que a la de Ciudad Real se le cayera la olla que sujetaba con agua hirviendo. El accidente provocó quemaduras a Meri y a Fran, pero María se llevó la peor parte y tuvo que dejar de cocinar para ser atendida inmediatamente por los servicios médicos, sin posibilidad de retornar al trabajo en grupo. 

Con su equipo derrotado y a pesar de las heridas, María no quiso poner de excusas y celebró que al menos las manos las tenía preparadas para cocinar: “Tengo el brazo quemado, pero las manos no, que es lo que más me preocupaba para seguir”. Además, la aspirante de Tomelloso restó importancia al accidente: “No culpo a Fran para nada, que se quede tranquilo conmigo, porque esto es un incidente que le podía haber pasado a cualquiera. Me da muchísima pena verle afectado”. Una nueva demostración de humildad por parte de María. 

Antes de la prueba de eliminación, María quiso agradecer a todo el equipo de MasterChef que le ayudó después del accidente: “Gracias. No tengo palabras. Por un momento, dejó de ser un programa y me sentía como con mi familia. Miraba a la gente a los ojos y sentía que se preocupaban por mí”. 

Un ejercicio de resistencia

Pero el colofón fue cuando María supo que se libraba de la expulsión y que, por tanto, continuaba una semana más en MasterChef. Con el brazo vendado y un dolor notable, la aspirante se olvidó de todo lo sucedido y con la fuerza que le caracteriza preparó un delicioso guiso de pollo con tomate que conquistó a los jueces. Programa a programa María demuestra que está preparada para superar cualquier tipo de reto. Es toda una guerrera. Está preparada para luchar ante los seis contricantes que le quedan. Arnau, gran estratega, puede resultar de los más peligrosos; la gallega Ofelia, con la que parece suavizar asperezas, también puede estar en la final; Meri, quiere vengar la eliminación de su gran aliada, Amelicius, llegando lejos; mientras que Fran, ha ido creciendo a medida que ha avanzado el programa; Toni puede ser uno de los tapados y Jose ha demostrado salir  airoso de situaciones complicadas. En definitiva, cualquiera puede ganar, también María que ha hecho un ejercicio de resistencia admirable en todo el programa.