Descubriendo Tomelloso

De los orígenes

Ángel Martín-Fontecha | Sábado, 26 de Junio del 2021
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“No sería aventurar demasiado el suponer que nuestros primeros pobladores fueron gentes tan míseras y desposeídas que se conformaron con estos terrenos, que por ser tan pareados a su condición, por nada o casi nada los debieron de obtener.”

 “Historia de Tomelloso” Francisco García Pavón

Cuando uno empieza a estudiar el origen poblacional de Tomelloso se encuentra con la versión tradicional según la cual dos jóvenes socuellaminos, Aparicio Quiralte y Martín Sánchez, llegan en 1530 a un viejo pozo (el pozo Tomilloso) y junto a los restos de un antiguo villar crean lo que sería la base de la localidad. Según esta narración surge Tomelloso casi de la nada. Evidentemente, la realidad histórica ha de ser muy diferente y los hallazgos arqueológicos de la zona junto con documentos históricos existentes pueden dar otra versión más realista del origen físico de Tomelloso.

La base de lo que posteriormente se indica está sacado del profundo estudio “Tras los orígenes de la Mancha de Vejezate”, editado por el Ayuntamiento de Socuéllamos en el año 2001 y de los trabajos sobre la evolución física de Tomelloso realizados por Don Lorenzo Sánchez López, que nos ayudarán a hacernos una idea sobre los orígenes del núcleo poblacional de la comarca de Tomelloso.

Desde la Edad del Bronce, el hombre se ha ido asentando cerca de los cursos de agua y a partir de ellos se fueron creando unas rutas naturales de comunicación que facilitaban la trashumancia de aquellas primeras civilizaciones y de las culturas posteriores. Cercanos al actual Tomelloso existen una serie de enclaves que son fundamentales para entender la evolución humana en la comarca. Son lugares que a lo largo de la historia han tenido jurisdicción propia o que han dependido o dependen, según el momento, de poblaciones más importantes como Campo de Criptana, Socuéllamos o Tomelloso. La enumeración de estos enclaves es la siguiente: Manjavacas, Cerro Picorzo, Las Mesas, Cerro de las Nieves, Pozo Bernaldo, La Romana, San Martín, Pozo de los Frailes, Titos, El Chaparral, Vejezate, Villarejo Rubio, los Muleteros, La Hijosa, Los Santos, Vallejo Vindel, Pinilla, El Altillo, Posadas Viejas, Los Tomillosos, Corral Tinajón, Las Canteras, Cabeza de los Frailes, Las Balsas.

En las Relaciones de Felipe II (1578) se citan como pertenecientes al término de Tomelloso los lugares de San Martín, Pozo Bernaldo, las Balsas y los Villarejos Rubios. Algunos de estos lugares, en el siglo XVI, no eran sino restos de cimientos y muros de casas; pero es fundamental su importancia para entender el origen población de la zona es indiscutible.

De hecho, en la totalidad de estos lugares se han encontrado, en menor o mayor cantidad, restos arqueológicos que van desde el Paleolítico hasta momentos históricos más recientes (Edad Media) lo que demuestra que el poblamiento en la comarca ha sido recurrente durante siglos. Llegada la Edad Media, posiblemente por los hechos violentos de la Reconquista, las guerras civiles en Castilla o las epidemias del siglo XIV, se produce la desaparición de la población en algunos de estos lugares, y que a partir de los siglos XV y XVI se iniciase una nueva repoblación en parajes que habían sido habitados en tiempos anteriores. No hay duda de la continuidad geográfica existente desde las primeras grupos poblacionales a los enclaves que se fueron constituyendo en la Edad Media.

Un ejemplo más de esa continuidad lo tenemos en el desarrollo de los caminos vecinales para unir aquellos asentamientos humanos. De esta manera, mucho de los caminos medievales no son sino el uso posterior de las primeras calzadas romanas que fueron el primer eslabón para una red viaria que, aunque parezca increíble, sigue estando patente en los caminos actuales, pasados más de veinte siglos. Estos primitivos caminos vecinales configurarían posteriormente la red de caminos reales que vertebraría toda la geografía nacional.

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Centrándonos en el término tomellosero, veamos algunas referencias importantísimas para entender la realidad poblacional que hubo en el término de esta localidad a lo largo de la historia, incluyendo algunos datos que confirman totalmente la hipótesis de la existencia de un núcleo urbano, más o menos grande, antes de la creación en el siglo XVI de la urbe actual. Por tanto al hecho acaecido en el siglo XVI lo llamaremos de aquí en adelante “refundación” para distinguirlo de los asentamientos habidos anteriormente.

a) Ya en 1228, se realizan acuerdos de repartición entre las Órdenes Militares de San Juan y Santiago. Precisamente el término tomellosero se encuentra junto a la raya o frontera que separa las jurisdicciones de ambas órdenes y quizá por esta razón no nos encontramos hasta siglos después un núcleo poblacional importante y sí una serie de explotaciones agrícolas y ganaderas sin identidad de población concreta. No en vano, en estos acuerdos entre las Órdenes se indicaba que “… conviene que los villares que se encuentren cercanos a las rayas que separan los términos entre órdenes no sean repoblados y sus territorios puedan ser ocupados como zona de pastos”.

b) En 1243, casi trescientos años antes de la refundación de Tomelloso, en la Carta Geográfica de la Mancha firmada por el rey Fernando III, se marcan los límites entre Alcaraz y la Orden de Santiago y aparecen ya lugares como Posadas Viejas y Villarejo Rubio (también llamado en otros documentos como Villarejo de San Bartolomé). De este último no hay duda de su relación estrecha con el actual Tomelloso. En el siglo XIII posiblemente fuese la cabeza de la comarca y, como ya se ha citado anteriormente, en el siglo XVI era una ubicación con restos de construcciones que pertenecía al término municipal de Tomelloso. De Posadas Viejas las suposiciones son muy interesantes. Se sabe, por el Privilegio que a la postre originaría el Común de la Mancha (1312-1328), que este paraje pertenecía al término del actual Campo de Criptana, que además comprendía otros lugares como Campo, Villajos y Criptana. No se sabe exactamente la ubicación de este lugar pero algunos estudios lo sitúan en el actual Tomelloso.

c)    El Villarejo Rubio fue, según Inocente Hervás y Buendía (posiblemente tomado de José López de Agurleta), la primera cabeza del señorío de la Orden en la comarca (1235-1240), que fue efímera ya que nos consta que este pueblo pasó a depender de Criptana poco después. Desde ahí, la dirección pasó a Vejezate, una vez que su cortijo fue donado a la Orden de Santiago y a Pedro Fernández por privilegio rodado de Alfonso X El Sabio en el año 1256. Por la denominación de "cortijo" que puede significar "casa fuerte", pero no necesariamente torre o castillo, podríamos deducir que la torre que hubo después fue construida ya en época plenamente medieval cristiana. En 1294, Villarejo Rubio pierde su importancia en detrimento de dos nuevas poblaciones: Socuéllamos y Villarrobledo.

d)   Miguel Tirado Zarco, en su libro “Pedro Muñoz: el pueblo olvidado” afirma que “Pedro Muñoz, Posadas Viejas, Villarejos Rubios y Tomelloso fueron sacudidos por las pestes de 1371 y 1400, y después de diezmados se despoblaron con las tercianas de 1410”.

e)   En el año 1478, el Comendador de Vejezate Lorenzo Mexía, en plena guerra de sucesión de Castilla, decide que no dispone de medios suficientes para defender la Torre de Vejezate, y por tanto la destruye y la abandona, empleando los 200.000 maravedíes que le había entregado la Orden para reconstruir la Casa-Encomienda de Socuéllamos. Esto supone, de hecho, un nuevo cambio en la cabeza de la encomienda santiaguista.

En 1490, entre las propiedades de la socuellamina Isabel Rodríguez “La Zamorana” se hace referencia a “una heredad en el término de Tomelloso”, denominada La Nievezuela de más de quinientas fanegas y con casa quintería”.

f) En 1494, se produce la delimitación de los términos municipales de Socuéllamos y Campo de Criptana. En el texto correspondiente se da detalles de todos los caminos, parajes y caseríos que salpicaban la zona lo que pone de manifiesto la existencia poblacional en la comarca desde tiempos remotos.

En particular el actual casco urbano de Tomelloso se encontraba recorrido por diferentes caminos (actualmente importantes calles de la localidad) que sirvieron para amojonar los términos socuellamino y criptanense. Así, las actuales calles del Campo (antigua Cañada del Pozo), Calle Alfonso XII y calle San Antonio (antiguo camino a la Membrilleja), o la Calle Francisco García Pavón (camino a la torca del Retamar) están situadas sobre lo que en su momento fueron caminos que comunicaban los diferentes asentamientos del momento.

Todas estas calles parten, actualmente, del centro la localidad que, sin duda, también sería el centro de aquella remota población (¿Posadas Viejas?) cuyos restos (pozo y caseríos) fueron la base de “El Tomilloso” y posteriormente de lo que hoy conocemos como Tomelloso. Hay que recordar que uno de esos parajes antiguos, El Altillo, perteneciente a Campo de Criptana fue deslindado de esta localidad para ser incluido en el término de Tomelloso (era el año de 1841 y fueron un total de 1038 fanegas).

Todo esto confirma que el actual Tomelloso se encontraba dentro de la primera red viaria que los iberos conformaron en España y que posteriormente fue refrendada y acondicionada por los romanos; por lo que debemos afirmar que, aunque Francisco García Pavón afirma que Tomelloso en la edad moderna “llevó una existencia aislada en la estructura económica de España”, en siglos anteriores el término tomellosero fue testigo de todos los avatares históricos y económicos que se iban forjando en esta comarca manchega.

Como último documento mostramos la declaración de Pedro Alonso de Belmonte, labrador, que realizó en 1538 con motivo de un pleito sobre diezmos que mantenía con la villa de Socuéllamos.

“Ha estado muchas veces en el dicho Tomilloso, e que le parece que ha sido poblado de antiguo tiempo porque ha visto la villa, e ciertas tapias e cimientos que hay hechos antiguos en el Tomelloso, e sitios de casas, e por esto cree este testigo que fue poblado el dicho Tomelloso de población de gente antes de ahora, porque hay un pozo antiguo junto al villar e hay muchos cimientos viejos e pedregales de cómo había habido otros tiempos población”.

Evidentemente, no hay mejor confirmación a los supuestos desarrollados anteriormente.

De los primeros orígenes poblacionales de Tomelloso existen afirmaciones más o menos fundadas. Como ejemplo en el siglo XVIII el cura de Tomelloso Don Juan Cristóbal Manzanares, defendía que los primeros pobladores del nuevo núcleo tuvieron que venir desde la sierra en el siglo XV. En el siglo XIX, el historiador Madoz hablaba del origen de Tomelloso situándolo en unas Quinterías que incluso en el siglo XX la tradición situaba en la confluencia de las actuales Calle del Monte y Calle del Reverendo Eliseo Ramírez. En el siglo XX Don Francisco Martínez “El Obrero” defendía que en Tomelloso estuvo asentado el paraje conocido como “El Altillo”, lugar citado en las crónicas anteriores desde el siglo XIII. En dicho paraje se tiene conocimiento de la existencia de una posada y una entidad de población que aprovecharía sus aguas como abrevadero de los ganados de La Mesta.

A todo esto, no hay que olvidar que hace unas décadas se han hallado restos íbero- romanos en la localidad lo que confirmaría aún más esa existencia continuada a lo largo de los siglos de población en el término de Tomelloso (con los consiguientes momentos de despoblamiento debido a los avatares históricos).

Centrándonos ya en el momento de las “refundación” de Tomelloso en el siglo XVI tenemos un documento que nos ayuda a conocer la configuración del pueblo en aquel momento históricos, se trata de las Relaciones Topográficas de los pueblos de España, hechas de orden de Felipe II a partir de 1578. Es ésta una obra estadística resultado de una empresa acometida por este rey que pretendía ofrecer una descripción detallada de los asentamientos poblacionales bajo su mandato.

El 29 de octubre de 1578, desde la localidad tomellosera se responde a las cuestiones que se preguntan desde la capital del reino. Las respuestas fueron las siguientes y nos ayudan a darnos una idea del Tomelloso de esas primeras décadas tras su fundación:

-   El pueblo se llama Tomelloso porque cuando sus fundadores, Aparicio Quiralte y Martín Sánchez (en 1531 aproximadamente), llegaron a este lugar no había ninguna casa, sino solamente un pozo muy hondo y gran cantidad de tomillares, por lo que le pusieron este nombre.

-   La población en ese momento es de 80 vecinos (aproximadamente 360 personas).

-   Que Tomelloso depende de la jurisdicción de Socuéllamos (del que le separan cuatro leguas grandes hacia donde sale el sol), provincia de La Mancha perteneciente al Reino de Castilla.

-   En el aspecto religioso depende del Priorato de Uclés (de cuyo convento y castillo está separado por catorce leguas comunes) y de la Orden de Santiago y en los asuntos de la Santa Inquisición depende del Obispado de Cuenca (de cuya ciudad está separado por 22 leguas comunes); siendo además encomienda de Don Luís Hernández Manrique, Marqués de Aguilar.

-   En el aspecto jurídico, se dice que los pleitos en grado de apelación se deciden en Madrid (separada de la localidad por 24 leguas comunes).

-   Que pertenece a la gobernación de Quintanar de la Orden (del que le separan siete leguas).

-   Que sus límites son: Al medio día Osa de Montiel (a 6 leguas comunes por “un camino áspero, montoso de montes y sierras de carrascas, nebrales, romerales, atachares y otras fustas del campo y el camino es algo torcido”), derecha al sol al medio día está Alhambra (a 5 leguas comunes “por camino montuoso y torcido”), hacia donde se pone el sol está Argamasilla de Alba –también llamado Lugar Nuevo- (a una legua común por camino derecho y llano), hacia el norte se encuentra El Toboso (a seis leguas grandes por camino llano y derecho), y hacia donde sale el sol Socuéllamos (“a cuatro leguas grandes por “camino llano derecho y un poco inclinado a la mano izquierda”).

-   Otros puntos de referencia al municipio son Granada (a 40 leguas), Valdepeñas (a 5 leguas grandes), Cartagena (lugar más cercano donde se encuentra el mar a 50 leguas).

-   Que el terreno del lugar es frío en invierno y muy caluroso en verano “y que no es tierra enferma y que es muy llana”. Que el terreno es pobre en leña teniendo que ir a Alhambra a por romero y marañas. Sólo existen algunas retamas cerca del pueblo . Sólo se crían algunas liebres y perdices.

-   Que el río más cercano es el Guadiana que pasa por la vecina Argamasilla de Alba, existiendo huertas cercanas de árboles frutales con membrillos, ciruelas y manzanas. A las orillas de este río es donde van los tomelloseros a moler.

-   Que en el pueblo no hay fuentes de agua. Que sólo hay pozos para el sustento de la población y del ganado con una profundidad de “17 o 18 estados de hondo” (aproximadamente 30 ó 31 metros).

-   Que el pueblo es de labor (ganadero) y sólo se recoge pan (trigo). Que se cría “ganado ovejuno”. Además la sal se trae desde Iniesta (Cuenca) y Pinilla (Albacete).

-   Que la fortaleza más cercana es la denominada Torre de Gazate (posiblemente la torre de Vejezate), hecha de cal y canto.

-   Que los edificios del lugar son hechos de tierra y piedra extraídas del lugar.

-   Que los trabajos más comunes son arar y criar ganados.

-   Que los cargos seglares de la localidad eran puestos por Su Majestad, mientras que los cargos eclesiásticos eran nombrados por el Prior del Convento de Uclés.

-   Que el término de Tomelloso es circular con un radio de 5 leguas.

-   Que tiene iglesia parroquial bajo la advocación de Nuestra Señora de la Concepción, la cual tiene una capilla fundada por Juan Galindo y un hospital para recoger a los pobres.

-   Que se celebra la fiesta de la Invención de la Cruz, el tres de mayo, como voto del pueblo por interceder la Cruz ante los ruegos de la población porque no llovía. Que una vez hecho el voto “fue Dios servido de llover por lo cual se cogió mucho pan”.

-   Finalmente se indica que en el término existen numerosos villares y enterramientos, y lugares actualmente despoblados como son San Martín, Pozo Bernaldo, Las Balsas y los Villarejos Rubios.

Esta es, en resumen, la naturaleza de un nuevo pueblo que, como ya hemos comprobado, está asentado en una realidad de siglos de historia que habían forjado con anterioridad el lugar y sus alrededores.

¿Y quiénes fueron los primeros habitantes relacionados con la “refundación” de Tomelloso?.

Normalmente, la narración de la fundación del Tomelloso sólo hace mención a los jóvenes Aparicio Quiralte y Martín Sánchez; sin embargo, son bastantes más los nombres de la personas que en el siglo XVI forjaron una nueva sociedad de la que somos herederos cinco siglos después.

A continuación, se presenta un listado con los nombres de aquellos habitantes relacionados, en mayor o menor medida, en la fundación del nuevo Tomelloso, indicando el concepto de su influencia y el año del que se tiene constancia de ello.

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Algunos historiadores han visto en la cabeza de los habitantes que refundaron Tomelloso a los Quiralte, familia importante de Socuéllamos que pugnaban en importancia con los Ortiz de la misma localidad.

Lo que es cierto, es que todos los apellidos de los fundadores de Tomelloso se encuentran también en la localidad matriz de Socuéllamos, por lo que resulta indiscutible que el trasiego de los primero pobladores se hicieses de una villa a otra. Esto rompe totalmente con otros sistemas de repoblación de lugares nuevos que las Órdenes Militares llevaban a cabo, como era promover la llegada de nuevos habitantes de cualquier lugar del reino gracias a ventajas económicas (cesión de un quiñón, exención de impuestos, etc). El trasvase poblacional se realizó marcado por una dependencia política, religiosa y económica con Socuéllamos que infringió a la nueva localidad una dependencia traumática hasta finales del siglo XVIII.

Quizá de todos los parajes citados en este estudio, el de las Balsas (o Balsillas) sea el que más ha estado relacionado con la localidad de Tomelloso; manteniendo dicho vínculo hasta nuestros días. En el siglo XIX y XX eran unas quinterías formadas por nueve edificios donde desarrollaban su actividad económica muchos vecinos tomelloseros.

Aún hoy podemos ver en este paraje los restos de antiguas edificaciones junto con otras más modernas, recuerdos de un pasado más productivo.

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Incluso existen referencias de tomelloseros que fallecieron en este lugar mientras cumplían con sus labores cotidianas. Como ejemplo, el caso de Isidoro Álvarez Díaz, fallecido el 3 de febrero de 1930 en el paraje de “Las Balsillas”, tal y como podemos contemplar en su partida de defunción.


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