Es un hecho innegable que el arte en Tomelloso fluye por
cualquier parte. La ciudad tiene un índice de artistas desconocido en otros
lugares y no paran de mostrar su creatividad. El colectivo Jueves al desnudo
expone sus trabajos hasta el 15 de julio y lo hace en un espacio diferente y
único: una casa de la calle Santa Catalina de Tomelloso. La muestra está
dedicada al llorado y recordado miembro del grupo, Marcelo Grande.
Acudimos el último sábado de junio a disfrutar de la
exposición. A simple vista se distingue la casa que la alberga, una fachada
blanca con zócalo azul. Caroline Culubret, Silvia de Castro y Manuel Solana
atienden al público que visita la muestra. Al atravesar el umbral de la casa el
periodista tiene la sensación de viajar en el tiempo, las cosas transcurren a
un ritmo más lento que en la calle. Las obras de los pintores ornan las paredes
de la casa, es una explosión de arte y color. Los desnudos, afirma Caroline
Culubret “son algo normal y elegante, son la esencia de la pintura”. Hay
pinturas desde la entrada hasta el último rincón del patio.
Desde hace cerca de cinco años, un grupo de artistas se
reúne en estudio de Caroline Culubret para pintar y dibujar la figura humana al
natural, esto es, con un modelo. Antes de la pandemia, hace año y medio, habían
acordado mostrar los trabajos de esas sesiones al público a través de
exposiciones. Pero llegó el maldito coronavirus y “todo aquello quedó
paralizado”, señala Culubret.
“Hemos vuelto”, afirma la artista que explica que “el año
pasado no podíamos juntarnos en el estudio, pero nos íbamos a pintar al campo.
Empezamos a hacer paisaje y después incorporamos a la modelo en nuestras
incursiones al exterior”.
Nos cuenta Culubret que las sesiones de los jueves “son
maravillosas ya que todos aprendemos de todos. Somos muy diferentes en cuanto a
estilos o técnicas, pero compartimos todo y nos ayudamos unos a otros. En ese
sentido somos un grupo muy unido”. El grupo lo forman nueve artistas, Roberto
Carretero (Gobi), Caroline Culubret, Silvia de Castro, Pilar Jiménez Amat,
Fernando Medina, María Jesús Navas, Ana Parra, Andrés Ruiz Paraíso y Manuel Solana.
Además del llorado Marcelo Grande.
Jugando con el título del famoso cuento de Cortázar, los
artistas han tomado la casa de la abuela África, en la calle Santa Catalina. En
un espacio único, una vivienda manchega restaurada con un mimo exquisito, las obras
se integran a la perfección en este sencillo y luminoso espacio. “Todo fue muy
precipitado, Gobi nos ofreció la casa de su abuela y lo aceptamos sin pensar”.
La muestra está despertando mucha expectación, asegura
Culubret, ya que “es muy especial lo que hacemos, trabajar el desnudo con
modelos. El haberlo conseguido es maravilloso. La pintura, como el deporte,
necesita calentamiento y pintar del natural es la mejor manera de aprender, de
ejercitar, de entrenar”.
La exposición, como hemos señalado es un homenaje a Marcelo
Grande”. “La pérdida de Marcelo nos hizo mucho daño, él se instaló en Tomelloso
porque disfrutaba mucho con lo que hacíamos, algo que no había conseguido en
ningún sitio donde había estado”. “Marcelo daba muchas ideas, estaba muy entregado
al proyecto, con muchas ganas… Ya que ahora no lo tenemos, por lo menos que
todo el mundo vea lo que él hacía”, apunta Silvia de Castro.
La exposición se puede admirar hasta el 15 de julio, jueves,
viernes, sábados y domingos. Los jueves los artistas llevan a cabo una sesión
de pintura con modelo, abierta al público.
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Viernes, 22 de Noviembre del 2024
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