Moraga, que jugó el año pasado en el Cervantino, vuelve a coger los bártulos de entrenador con las pilas de ilusión disparadas. “Me agrada mucho dirigir un proyecto en el que voy a volver a reencontrarme con jugadores que ya tuve, y mis propios compañeros del año pasado. Buscamos futbolistas con hambre, que tengan ilusión y ganas y sobre todo que estemos unidos. Algo tan duro como la muerte reciente de dos compañeros nos tiene que conducir a reforzar el grupo y a que todos seamos una piña”, señala.

El técnico considera que es muy pronto para fijarse unas metas u objetivos. “Sería hablar por hablar. De momento, vamos a ir construyendo el equipo, en la primera semana de agosto comenzaremos a entrenar y luego la competición nos dirá el papel que nos corresponde jugar”. De momento, el Atlético Cervantino está diseñando una pretemporada exigente donde tendrá como rivales a La Solana, Manzanares y probablemente al Atlético Tomelloso”.

En un pequeño radio de kilómetros hay tres equipos, Cervantino, Pedro Muñoz y Atlético Tomelloso que pelean por tener los mejores futbolistas de la comarca. “Creo que esto es la consecuencia de esos años en los que se hizo un buen trabajo de juveniles en Tomelloso, llegando a tener hasta tres equipos. Han salido muchos futbolistas y, afortunadamente, todos podrán tener una salida en equipos de la zona”.

Cristóbal quiere que su segundo sea de Argamasilla de Alba y tendrá como delegado a Alfonso Petaqui con el ya trabajó anteriormente. “Una buena disciplina y asistencia a los entrenamientos es lo que da consistencia a un equipo y espero poder conseguirlo”, concluye diciendo.