En el programa 12 de MasterChef, María Morales dejó claras sus intenciones desde el inicio. “A estas alturas veo a mis compañeros más como rivales que como amigos y veo que puedo ser la ganadora”, dijo. Pero las exigencias del último programa fueron  altísimas. En la primera prueba hubo que replicar un sofisticado plato del gran Martín Berasategui. Lo hicieron en cinco fases, cada una de ellas con un tiempo y unos ingredientes.  Fran fue el que mejor lo hizo y se ganó un viaje a Tenerife, y lo más importante, una gran dosis de confianza y autoestima para lo que restaba de programa.

Como siempre, la clave estaría en la prueba de exteriores que tuvo lugar en un escenario de lujo:  el Real Alcázar de Sevilla. María cocinó junto a Arnau y Fran y enfrente estaba el equipo rojo de Ofelia y Meri. El chef Dani García siguió atento las elaboraciones de los dos grupos, mientras los chefs se marcaban unas sevillanas. El equipo de María elaboró un tomate nitro con ajo blanco malagueño y una urta frita a la roteña. Esta vez el veredicito fue individual y la barcelonesa Meri se ganaba el pase a la final. También se ganaba el pase el conquense Fran que supo utilizar su pin de la inmunidad en el mejor momento. De este modo, los agobios de la prueba de eliminación quedaban para Arnau, Ofelia y...una vez más para María.

Y tampoco fue fácil la decisiva prueba. Había que presentar un plato con un solo ingrediente en cuatro texturas diferentes y utilizando técnicas de vanguardia. A María le tocó en suerte un tomate que cocinó granizado, en mermelada, crujiente y espuma. El jurado dictaminó que el mejor plato, basado en alcachofas, era el de Arnau.  Y pusieron más de un reparo a los platos presentados por Ofelia, con la manzana como ingrediente, y María. El destino quiso que las dos concursantes que han chocado frontalmente en todo el programa tuvieran que medir fuerzas en la última prueba de eliminación. La gallega Ofelia se quedó fuera para alivio de una María que vivió momentos de muchos nervios antes del veredicto.

En la final, María Morales se verá las caras con Meri, Fran y Arnau , tres grandes rivales que no se lo pondrán precisamente fácil. Cualquiera de ellos está capacitado para ganar. De momento, saboreamos el pase de la tomellosera a la final, algo que no pudo conseguir la Selección Española que, casi al mismo tiempo, se medía con Italia y que provocó el continuo zapping en buena parte de los televisores de Tomelloso. La ruleta de los penaltis acabaron apeando a la roja en una noche que no pudo ser completa. La cocina nos hizo felices, pero el caprichoso fútbol no.