Bebían todos de pie y en corro. El juez, que también tenía viñas, preguntó a Plinio y Don Lotario de sus vendimias respectivas. Convinieron en la sorpresa favorable de la cosecha. Liaron cigarros. Plinio con el entrecejo jodido. Cuando los de la ambulancia dijeron que estaba todo listo bebieron también, echaron sus cigarros y, rápidos, tomaron el camino del depósito. El coche de Constante y el de Don Lotario tiraron detrás.
Llegaron al despacho de la G.M.T. rendidos de sueño. Avisaron a Quico el fotógrafo para que hiciera los retratos de la muerta enculada, y se quedaron repantigados con una sedantez grandísima de ideas y vocabulario. Tenían mal cuerpo de tanto fumeteo y tanta noche, aparte del desayuno de las migas y otros abusos de voluntad y pensadero.
FRANCISCO GARCÍA PAVÓN
Vendimiario de Plinio
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Jueves, 25 de Abril del 2024
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